La singular biblioteca con libros que no podrán leerse hasta dentro de 100 años

La Biblioteca del Futuro, en Oslo, reunirá un total que 100 manuscritos hasta el año 2114, cuando podrán leerse. Te contamos el porqué de este proyecto de arte y confianza entre generaciones

El proyecto de La Biblioteca del Futuro no culminará hasta 2114. Foto: Einar Aslaksen.

Hace poco más de dos años anunciábamos la apertura de la biblioteca del futuro en Oslo. Y la llamábamos del futuro porque, con seis pisos, 13.500 m2 y 450.000 libros, la nueva Deichman Bjørvika lleva mucho más allá el tradicional concepto de biblioteca, invitando, además de a leer o tomar prestados libros, a ver películas, grabar podcasts, aprender a tocar el piano, cortar y coser un vestido, cuidar un jardín vertical, imprimir cualquier cosa en 3D, disfrutar de las vistas sobre el fiordo de Oslo o maravillarse con su diseño, firmado por Lundhagem Architects y Atelier Oslo.

Con el mismo nombre, La Biblioteca del Futuro, y también en la ciudad de Oslo, la artista escocesa Katie Paterson está desarrollando un singular proyecto artístico que reunirá, hasta 2114, un total de cien manuscritos.

Solo entonces podrán ser imprimidos para ser leídos, en una obra de arte conceptual que se entiende también como un acto de optimismo y confianza mutua entre generaciones.

Qué es la Biblioteca del Futuro

El proyecto de La Biblioteca del Futuro consta de varias partes. Por una parte, el bosque cedido por el Ayuntamiento de Oslo a las afueras de la ciudad en el que en mayo de 2014 se plantaron mil árboles nuevos. Por otra, la ‘Sala del Silencio’, un espacio ubicado precisamente en la Biblioteca Deichman Bjørvika de la capital noruega e inaugurado el pasado 12 de junio.

Biblioteca pública Deichman Bjørvika en Oslo. Foto: Erik Thallaug.

Según el plan, cada año se invita a un autor a escribir un texto que no se editará y no se leerá hasta dentro de 92 años, en 2114, cuando se imprimirá en papel obtenido a partir del bosque plantado ad hoc y que en estos momentos está en fase de crecimiento.

Cada año se invita a un autor a escribir un texto que no se editará y no se leerá hasta dentro de 92 años, en 2114

Autores que nunca verán impresa su obra

También forma parte de este trabajo artístico el ritual de la entrega del manuscrito en este bosque, en el que el autor puede caminar sobre las huellas de sus antecesores en el proyecto.

Para la directora de proyecto y presidenta del Patronato de la Biblioteca del Futuro, Anne Beate Hovind, “Ser parte de este ritual anual es cada vez más importante para mí, pero también para muchas otras personas, porque es realmente un acto de optimismo”, en el sentido de que ni el artista ni tampoco ella estarán para comprobarlo.

El proyecto incluye también un bosque a las afueras de Oslo. Foto: Einar Aslaksen.

Ni a ella ni los autores involucrados parece importantes el hecho de no presenciar la culminación del proyecto en 2114. Tampoco teme que quede inacabado; ha decidido “confiar en la generación que viene”, apunta.

“Si no empezamos ahora este tipo de proyecto, no habrá proyecto que cumplir. Se trata también de que la generación futura confíe en nosotros y en que realmente nos preocupamos por su futuro. Es una cuestión de confianza mutua”, afirma.

Pensamiento a largo plazo

Más de 400 personas de todo el mundo se reunieron el pasado 12 de junio en el bosque para la ceremonia de entrega del manuscrito para la Biblioteca del Futuro tras dos años de pausa por la pandemia.

Hubo tres autores invitados: la zimbabuense Tsitsi Dangarembga, autora seleccionada para 2021, el noruego Karl Ove Knausgård (2019) y el estadounidense de origen vietnamita Ocean Vuong (2020), quien no pudo acudir precisamente por dar positivo dos días antes de la ceremonia.

La Sala del Silencio está realizada con madera del bosque talado. Foto: Einar Aslaksen.

“Este proyecto hace que el futuro sea presente para nosotros, y que nosotros seamos presentes para el futuro”, dijo Knausgård al entregar su manuscrito titulado Blindeboka (El libro ciego) a Paterson y a la ciudad de Oslo y a su alcaldesa Marianne Borgen.

Dangarembga, cuyo manuscrito se titula Narini y su burro, señaló que “Lo que me entusiasma de este proyecto es cómo nos lleva hoy a pensar de forma diferente de nuestro presente y cómo ese presente nos lleva a nuestro futuro”.

Voung se lamentaba por no haber podido acudir a “esta trascendental y humilde ceremonia, concebida como un voto de esperanza y de prudente optimismo en nuestro futuro. Resulta irónico que haya podido esquivar este virus durante la mayor parte de la pandemia hasta la reunión que más esperaba”.

Katie Paterson es la artista impulsora del proyecto. Foto: Giorgia Polizzi.

La Sala del Silencio

Tras el paseo por el bosque abrió oficialmente al público la Sala del Silencio, un espacio revestido con madera del bosque talado de donde crece ahora el nuevo bosque de la Biblioteca del Futuro.

Los ocho primeros manuscritos fueron colocados en sus respectivos cajones sellados en este espacio de la biblioteca Deichman Bjørvika, diseñado por mismos los estudios de arquitectura Lundhagem y Atelier Oslo que dieron forma al resto del conjunto.

Entre los autores seleccionados hasta el momento para este proyecto figuran Margaret Atwood (2014), David Mitchell, (2015), Sjón (2016), Elif Shafak (2017), Han Kang (2018), Karl Ove Knausgård (2019), Ocean Vuong (2020) y Tsitsi Dangarembga (2021).

Un acuerdo firmado entre la ciudad de Oslo y el Patronato de la Biblioteca del Futuro garantiza la protección de los manuscritos, del bosque y la Sala del Silencio durante los próximos cien años.

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