Humanos contra coches autónomos: furia en la carretera

Los coches autónomos cambiarán las carreteras para siempre, pero mientras haya conductores humanos habrá conducción agresiva

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La división de coches autónomos de Google, Waymo, tiene dos años de experiencia en la ciudad de Chandler, Arizona, y en ese lapso ha acumulado bastantes anécdotas tenebrosas. La llamada «agresividad al volante» («road rage» en inglés) tiene nuevas manifestaciones con la automatización vehicular, cuyos experimentos se llevan a cabo en lugares seleccionados y en carreteras en las que también tienen derecho de tránsito los coches tradicionales, conducidos por humanos y el torrente de emociones que les gobierna cuando toman el volante.

En agosto de 2018, un hombre de 69 años fue filmado cuando aparecía frente a su vivienda blandiendo un revólver mientras un coche de Waymo pasaba por su barrio. Otros incidentes incluyen el lanzamiento de piedras contra los vehículos autónomos de Google así como persecusiones en medio de la carretera, personas que gritan contra los coches, otros que provocan daños en los neumáticos y el caso extraordinario del conductor de un Jeep responsable de expulsar de las vías a seis de estos automóviles.

Al menos 21 interacciones agresivas contra los coches de Google han tomado lugar en Chandler en estos dos años, según una investigación de la policía local. Otras empresas también sufren las consecuencias de la nueva agresividad al volante, como Tesla, cuyos puntos de carga son objeto de bloqueos en algunas ciudades. Y, aunque estos incidentes representan un porcentaje muy bajo de las situaciones a las que se enfrentan estas compañías, ayudan a prever que la furia al volante está lejos de acabar.

El futuro de la agresividad al volante

Una tecnológica que acusa una experiencia muy diferente a la de Waymo y Tesla es Lyft, que brinda un servicio de transporte privado (VTC) y experimenta con los coches autónomos en Las Vegas. Después de poner el proyecto en marcha hace nueve meses, los ejecutivos de Lyft dicen que todavía no han tenido que lidiar con incidentes agresivos contra sus coches autónomos, aunque creen que esto se debe a que sus vehículos no tienen la estética de la autonomía, informó Euronews.

«No tiene el gran girador en la parte superior, ni los sensores que cuelgan de los lados del vehículo», explicó el director de la división de coches autónomos de Lyft, Taggart Matthiesen. La tecnología de autonomía «se ha incorporado muy estrechamente en el propio vehículo», agregó, y consideró esa la razón por la que no han sufrido aún daños materiales. Por su parte, los coches de Waymo sí dan la impresión de ser autónomos y controlados por un ordenador, lo que puede explicar los casos de Chandler.

«Los humanos a menudo disfrutan de confundir a los ordenadores, especialmente si son fáciles de confundir. A esto hay que agregar la apabullante y cautelosa naturaleza de los coches autónomos, lo que facilita predecir sus interacciones con humanos. Así las cosas, podemos esperar que las personas los rodeen y bloqueen y, por lo demás, que muestren poco respeto por los coches autónomos», explicó el editor ejecutivo de Cox Automotive, Karl Brauer.

La buena noticia es que los coches autónomos no responderán a la agresividada con más agresividad y enojo, dijo Brauer, dado que no son humanos y ningún tipo de emoción ha de mediar en su toma de decisiones. «La mala noticia es que sus pasajeros pueden hervir por el tiempo que les llevará fusionarse en otro carril o hacer un giro a la izquierda», agregó.

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