La apertura del plazo para pedir el Perte obliga a Ford a anunciar su apuesta por Almussafes

La petición de fondos europeos por parte de Tesla sería el primer paso de la empresa de Elon Musk para demostrar interés, si lo tuviera, por fabricar en Valencia mientras los proyectos tapados tiene que ver con el hidrógeno

Ford Mustang Mach e eléctrico. Imagen: Ford

Ford Mustang Mach e eléctrico. Imagen: Ford

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El margen para esquivar el anuncio de los nuevos modelos de Ford Almussafes se agota. La apertura del plazo para pedir las ayudas para la fabricación de vehículos eléctricos dentro de la segunda convocatoria del Perte arranca el 16 de agosto y ahí la multinacional americana tiene que tomar varias decisiones.

La primera es si se va a presentar o no y la segunda es el nivel de detalle (y por tanto la consistencia de su propuesta) que va a trasladar. Hasta ahora podía mantener sus planes en secreto sin dar explicaciones pero una vez empiece el plazo del Perte se verá obligado a desvelar sus planes o a reconocer que sus planes están vacíos de contenido y no tienen modelos que los sustenten.

Hace casi un año, el 24 de agosto de 2022, ECONOMÍA DIGITAL desveló en exclusiva que Ford había renunciado a 106 millones de euros de ayuda pública por no tener definidos los modelos que iba a fabricar. Este precedente supone una losa de credibilidad en el caso de que la marca del óvalo optara por presentarse de una manera genérica y sin especificar qué modelos en concreto quiere fabricar.

El plan A es y sigue siendo la fabricación del Mustang eléctrico aunque las opciones de incorporar o no vehículos pequeños a la cadena valenciana de producción o de un cambio radical en los planes (siempre con la electrificación por bandera) se alimentan con la incertidumbre mantenida durante los últimos meses.

Las escasas señales que ha mandado la compañía al respecto son tenues aunque positivas. Conforme han salido las convocatorias ha confirmado que estudiaba las bases y ya se ha presentado a la línea del Perte ligado a la producción de baterías, un proyecto que con la información conocida tanto podría valer para la producción del Kuga híbrido que se prolongará hasta 2028 como para las nuevas adjudicaciones de vehículos eléctricos.

Desde el sector valenciano de la automoción lo que se quiere son proyectos encima de la mesa. «Seguimos sin cotizar por ninguna pieza para ningún vehículo de Ford en Almussafes», afirman con resignación desde el parque de proveedores. Los plazos que se manejan entre los industriales de la automoción son largos. De entre tres y cuatro años. Primero Ford define las características de cada pieza y, a partir de ahí, se pide a los proveedores precios para centenares de piezas. Ahí es cuando empieza a correr el calendario de estos 36 a 48 meses de plazo pero ese pistoletazo de salida todavía no se ha producido.

Esta situación llevará a la planta de Almussafes, probablemente, a 2027 para arrancar con un nuevo modelo. La reflexión que se comparte en el parque de proveedores es que si este verano Ford no anuncia con el Perte qué modelos se van a fabricar y cuándo van a entrar en producción es muy probable que sea porque llegarán en 2028 o 2029 o porque cancela sus planes en Valencia.

Estos escenarios tan lejanos son los que abren otras reflexiones más dramáticas como si tiene sentido o no mantener una planta de producción abierta cuando las expectativas de tener negocio se sitúan tan lejanas.

La forma de afrontar esta derivada es muy distinta entre valencianos y multinacionales. Los empresarios locales ven como la continuidad de sus empresas está en entredicho y cómo el fin de la producción de la Transit Connect entre diciembre de este año y marzo del que viene se marcara el punto final de una etapa para entrar en una nebulosa donde los planes secretos de Ford suponen una amenza clara a la continuidad del tejido productivo valenciano.

Las multinacionales del sector son menos emotivas. El hecho de que Ford no tenga modelos eléctricos asignados les aleja de Valencia. Esto es un riesgo que el ejecutivo de Ximo Puig no quiso ver. Durante su etapa se ganó la competición al estilo de los ‘Juegos del calamar’, que enfrentó a Saarlouis y Almussafes por quién tendría la plataforma GE-2. Esto propició el mensaje de que Ford se iba a electrificar sin especificar cuándo iba a ocurrir esto. En la nueva etapa del PP la cuestión que están encima de la mesa es cuándo se va a electrificar Ford y si el tejido productivo que le acompaña va a aguantar.

Las fechas que están marcadas en el calendario para conocer los planes de Ford son, primero, el 16 de agosto, que es cuando se abre el plazo para presentarse al Perte. Aquí el silencio supone abrir una fase de dudas que sólo se cerrará con la confirmación pública de nuevos modelos.

El 15 de septiembre, cuando se cierre el plazo, se volverá a tener más información que, además, se podrá comparar con lo que hagan el resto de fabricantes en España. UGT, sindicato mayoritario en Almussafes, y que tradicionalmente ha sido el que ha informado sobre lo que ocurre en la factoría incluso con más detalle y rapidez que la propia compañía, ya ha advertido que septiembre será un mes de recabar información y que las decisiones se podrían hacer públicas en octubre o noviembre.

Tesla y el hidrógeno en la recámara

Esta situación de Ford es la primera incógnita que se tiene sobre la automoción en España pero no es la única duda que existe. Respecto a Tesla, desde el sector recuerdan que la compañía de Elon Musk no ha abierto la boca todavía. Ni lo ha hecho públicamente ni entre sus proveedores a lo largo del mundo pero, según las fuentes consultadas, todo cambiaría si la compañía americana de coches eléctricos se asomara a la petición de los fondos del Perte. De este modo, el periodo que en breve se inicia debería de dar pistas sobre qué fabricantes y vehículos se ensamblarán en España en los próximos años.

Sin el renombre de Ford y Tesla, la apertura de los plazos del Perte también tienen proyectos cuya transformación en la industria automotriz están llamados a ser todavía más disruptivos que lo que han supuesto las baterías en los coches. Según han explicado directivos de la automoción a este periódico, durante este verano se han producido reuniones para encauzar proyectos pilotos que desembocarán en lo que será el nuevo vehículo de hidrógeno. «No somos proyectos tan llamativos como ha sido lo de Volkswagen pero esto es el inicio de proyectos muy transformadores de la industria», explican los que trabajan en proyectos que llegarán al cliente en la década que viene.

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