La cena del pub Kitty’s abre una caza de brujas en BCN y Madrid

El encuentro de militares, empresarios, políticos y juristas activa una polémica sobre las verdaderas razones de la reunión, que dejará de celebrarse

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Cuando Economía Digital desveló la existencia del reservado encuentro, el resto de la prensa española –desconocedora de los hechos hasta aquel momento– se lanzó en tromba a buscar las explicaciones que habían dado lugar a una reunión privada en la que participaban estamentos sociales tan diferentes como militares, políticos, empresarios y juristas de alto nivel. La comentada cena secreta en el pub Kitty’s de Barcelona, propiedad de Sergi Lougnhey, directivo de Abertis y ex jefe de protocolo de Jordi Pujol, ha dado lugar a un sinfín de especulaciones y a una especie de caza de brujas que implica a asistentes, organizadores y conocedores de su celebración.

Alguna prensa basada en Madrid ha interpretado la lista de asistentes en una clave política próxima a la conspiración de estado. El caso más claro es el de la publicación El Confidencial Digital, que en sus informaciones asegura que la revelación de que los jefes de la Guardia Civil y el Ejército en Cataluña asistieron a la cena ha incomodado sobremanera al Ministerio de Defensa. Es más, se aventura a explicar que Convergència i Unió habría filtrado a Economía Digital la celebración para darle un carácter casi golpista, a pesar de que participaran políticos y empresarios de muy diverso signo y tesis políticas.

Todos hablaron poco, salvo Milián Mestre

Lo cierto es que a la lista de asistentes que figuraban en la primera información de este medio cabría añadir un nuevo grupo, cuya asistencia ha sido conocida más tarde. Así, por ejemplo, además del Fiscal Superior de Catalunya, Ricardo Romero de Tejada, también estuvieron presentes el presidente del Círculo de Economía, el economista Antón Costas; el presidente de la patronal Pimec, Josep González; o el asesor de Juan Rosell en la CEOE y ex alto dirigente del PP catalán, Manuel Milián Mestre, entre otros.

Este último asistente, por ejemplo, fue uno de los que más se prodigó en su intervención. Durante largo tiempo expresó sus temores a la amenaza del terrorismo islamista, referencia que se hacía a propósito de lo acontecido en París (atentado en Charlie Hebdo) unas horas antes. Miquel Valls, como presidente de la Cámara de Comercio, y Josep González, de Pimec, fueron invitados a pronunciarse sobre cuál era su visión de la situación económica desde la perspectiva empresarial. Las intervenciones fueron, en general (y salvo el caso de Milián Mestre), cortas y nada protocolarias.

La cena dejará de celebrarse tras su publicación

Juan Lanaspa, empresario y conocido intermediario barcelonés, es el encargado de la organización. Celebra esta cena desde hace al menos ocho años en el local que Lougnhey presta, un pub de ambiente irlandés, con múltiples referencias temáticas a su deporte (el rugby), y situado en la zona alta de la Ciudad Condal. La primera consecuencia de la caza de brujas establecida para conocer los pormenores del encuentro es que, con toda probabilidad, esta especie de tertulia transversal dejará de celebrarse en los próximos meses. «Difícilmente asistirá ningún político o empresario después del lío organizado al conocerse el encuentro», asegura uno de los participantes. La casi veintena de asistentes rechazaría hoy participar en el encuentro en el que el máximo responsable del ejército español en Barcelona se limitó a explicar la iniciativa de abrir un museo militar en la ciudad.

Similar ha sucedido en el ámbito de la justicia. Romero de Tejada ha sido criticado de manera amplia por el estamento judicial y sus compañeros fiscales al considerar que no tenía sentido de la independencia jurídica que el firmante de la querella contra Artur Mas formara parte de una cena con miembros de su gobierno o personas, como Lougnhey y Salvador Alemany, muy próximas al presidente Artur Mas.

Una red de relaciones y negocios para Lanaspa

La cena costó 700 euros, según ha podido saber este medio. Lanaspa, hermano de Jaime Lanaspa (ex alto cargo de La Caixa vinculado al Opus Dei), ha perdido, según fuentes conocedoras del entorno, uno de sus principales medios de relación en la ciudad y, sobre todo, una plataforma que le permitía participar de todo tipo de negocios y relaciones mercantiles de alto nivel. Ésa ha sido la primer consecuencia de la revelación del encuentro.

La última reunión organizada por Juan Lanaspa no era, en contra de lo publicado en determinada prensa de Madrid, una cena especialmente reservada o secreta. Todas las llevadas a cabo hasta la fecha tenían ese carácter discreto y transversal que permitía a los asistentes una cierta libertad en sus pronunciamientos sin pensar en la esfera pública de sus desclaraciones por la ausencia de medios de comunicación. La filtración del encuentro ha sido, pues, la responsable de que deje de celebrarse en el futuro próximo. Mientras, entre la veintena de asistentes, todos buscan y miran a su alrededor para detectar quién fue el responsable de la fuga de información.

Economía Digital

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