Puig logra que patronales y sindicatos cuestionen el presupuesto de la política industrial

El empresariado pide que se rebaje el discurso de apoyo a las compañías si no dispone de recursos

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La presentación de los presupuestos que el Gobierno de Artur Mas destina para impulsar su política industrial ha logrado que estén de acuerdo patronales y sindicatos en contra del Ejecutivo. Fuentes de Foment del Treball critican que la Generalitat venda que existe una apuesta clara por la industria «pero no la acompaña de una partida con este fin». Una reflexión que corroboran fuentes de Pimec.

Otros interlocutores de la patronal de las grandes empresas indican que no se han sorprendido de la falta de recursos por el contexto económico de las finanzas públicas catalanas, pero piden que se «rebaje el discurso» para ser más consecuentes con las posibilidades reales de ejecución.

Rebaja de partidas

El Ejecutivo catalán ha recortado ligeramente (el 0,75%) la partida destinada a iniciativas de apoyo a la industria hasta los 52,85 millones de euros.

En cuanto a los recursos designados a la Dirección general de industria, la encargada de ejecutar las partidas, incrementan el 4,52% hasta los 101,32 millones. Eso sí, la mitad (50,5 millones) se los lleva la «variación de activos financieros», tal y como consta en el documento presentado en la comisión de Empresa i Ocupació.

Programa de «propaganda industrial»

CCOO ha sido el más beligerante al emitir un comunicado público en el que denuncia que las cantidades que aparecen en el plan económico de la consejería «no responden a la prioridad pactada en materia de impulso a la industria«. Aseguran que el apoyo directo se reduce el 1,5%, los programas de crédito oficial que gestiona el ICF bajan el 2,3% y el gasto asociado a internacionalización el 4,7%.

«Estamos ante un programa de propaganda industrial, más que de política industrial«, declara el portavoz de UGT, Camil Ros. El secretario de política sindical denuncia que en las dos últimas legislaturas, Artur Mas ha pasado de «defender que la mejor política industrial es la que no existe a querer impulsarlo todo sin priorizar», las máximas de los mandatos de Xavier Mena y Felip Puig al frente de la consejería de Empresa, según el sindicalista. «Ambas son igual de malas».

Desarrollo de iniciativas

Puig también ha recibido críticas de los partidos de la oposición en esta materia. Ha defendido que ya se ha empezado a trabajar en la «concreción de programas» en los siete ámbitos estratégicos de los que consta la política industrial de Mas: industria agroalimentaria; química y energía; sistemas industriales; diseño; movilidad sostenible; salud e industrias culturales.

Patronales y sindicatos indican que las propuestas no llegarán a buen puerto sin recursos. «Todo el trabajo será ficción si no se pueden poner en marcha con dotaciones reales», denuncian los representantes de los trabajadores.

Nuevos ajustes

Las patronales catalanas también muestran su inquietud por la ejecución real de un presupuesto que consideran que es «de mínimos». Señalan el problema de base que tiene la previsión de gastos e ingresos que presentó el responsable de Economía, Andreu Mas-Colell, en el Parlament: en el borrador de las cuentas catalanas aparecen 2.200 millones de euros de ingresos sin justificar.

Los empresarios no descartan que el ajuste final en el apoyo a la industria vaya a más.

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