Rajoy, implacable: “Mas ha dividido Cataluña y ha dejado de gobernar”

Rechaza que pueda hablar en nombre de Cataluña, "cuando dos de cada tres catalanes han rechazado el simulacro del 9N"

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“Aventuras que traen inestabilidad y que ofrecen temor a los inversores”.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no quiere presentar ninguna alternativa para encarar el proceso soberanista del President Artur Mas. O no todavía. Su opción ha pasado hasta ahora por un diagnóstico diferente que explica la situación política en Cataluña. Y de ahí no se quiere mover. Pero esta vez lo ha hecho con una contundencia poco habitual.

Rajoy, en su viaje a Barcelona, ha sido implacable. “Mas se ha dedicado a aventuras que no conducen a ningún lado, porque cuando Cataluña no se podía financiar en los mercados, no se solucionó con los plebiscitos de Mas, sino con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), y el Gobierno de España no dejará en la estacada a ningún catalán”, ha afirmado.

La astucia de Mas y la posición del Gobierno

El líder del PP, en un acto de partido, a la espera de organizar un gran acto como presidente del Gobierno, en los próximos meses, se ha mantenido firme. “No negociaré sobre el cumplimiento de las leyes ni sobre las resoluciones del Tribunal Constitucional, ni lo he hecho, ni lo haré”, ha afirmado.

Jugando con la ironía, Rajoy ha admitido que, tal vez, el Gobierno “no ha sido tan astuto como otros”, en alusión a Mas, pero sí ha estado al tanto de las campañas internacionales del Gobierno catalán sobre el 9N, y ha quedado claro, a su juicio, “que esa operación ha fracasado”.

Rajoy ha reiterado que Mas “no puede hablar en nombre de Cataluña, cuando dos de cada tres catalanes no participaron en ese simulacro del 9N, que sólo logró, tal vez, el objetivo de que Mas le quitara algún voto a Esquerra Republicana”. 

Política o ley: las dos cosas van unidas

En una retahíla de críticas, firme, sin inmutarse, Rajoy ha insistido en que “nunca ningún gobernante ha generado tanta inestabilidad”. Y que Mas «ha dividido Cataluña, y ha dejado de gobernar, convocando elecciones, en 2012, perdiendo 12 diputados y siguiendo adelante hacia ningún sitio, proponiendo ahora nuevas elecciones, y otras en 2016, con unas municipales y generales en 2015».

¿Alternativa a todo eso? “Vamos a seguir ocupándonos de los problemas reales de los ciudadanos, con noticias que ya son buenas, con un crecimiento que comenzamos a notar, y que irá a más, y vamos a seguir colaborando con todas las administraciones, porque los ciudadanos no son culpables de la situación”, ha sentenciado, logrando grandes aplausos de los militantes y cuadros del PP catalán, que necesitaban un apoyo del presidente del Gobierno.

Rajoy no se ha movido sobre el problema de fondo. “No voy a permitir que se juegue sobre la soberanía nacional”.

Y sobre la dicotomía entre “hacer política”, o “cumplir la ley”, el jefe del Ejecutivo ha rechazado la idea. “Qué no cuenten conmigo si hacer política significa pasar por encima de la ley, y seguir aventuras”.

Cataluña «no es una única lista»

La dicotomía para Rajoy es querer ser catalán, perdiendo la posibilidad de ser europeo, que sólo se garantiza si se es “español y catalán”. “Nadie debe elegir entre ser catalán y español, eso no se va a producir”, ha clamado, con nuevos aplausos.

Pero ha ido más allá. “Cataluña no puede ser un país de listas únicas”, en una clara referencia a la idea de Mas de lograr una candidatura con ERC para convocar elecciones.

Un repaso a Mas, al PSOE y a Podemos

Rajoy no suele moverse de su propio guión. Y, como en otras ocasiones, ha apelado a su propio carácter, «porque yo soy así», ha asegurado, al proponer un discurso moderado, y buscando el diálogo. Pero lo ha hecho no sólo para ofrecer una respuesta a Mas, sino para apelar al crecimiento económico «más que la media de los países de la Unión Europea», frente al PSOE y Podemos.

Sobre el PSOE, precisamente, ha arremetido al pretender ahora eliminar el artículo 135 de la Constitución, que blindó el techo de déficit, a propuesta de Rodriguez Zapatero en el verano de 2011 con el PP. «Cómo se puede confiar en una reforma de la Constitución que propone el PSOE, cuando unos años después se desdice de lo que pactó», ha clamado Rajoy.

La alusión a Podemos ha sido directa. «La política no se hace desde los platós de televisión», ha afirmado, defendiendo «reformas», y no «ocurrencias».

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