Bruselas pone sello a los productos ecológicos de verdad

Los productos ecológicos como la leche o sus derivados lácteos deben cumplir con la reglamentación sanitaria en seguridad y consumo de la UE

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La demanda de productos ecológicos por parte del consumidor es cada vez más incipiente, provocando una mayor apuesta de las empresas por vender sus productos como saludables y comprometidos con el medio ambiente.

La realidad, no obstante, pasa por que no todas las empresas cumplen con las normativas de reglamentación sanitaria y con los estándares marcados por la Unión Europea (UE) para distinguir los artículos que pueden calificarse como ecológicos.

Los alimentos ecológicos suelen resultar más caros que los convencionales, dado que sus sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente son más lentos y comportan un mayor gasto en la mano de obra.

Además, los productores de alimentos ecológicos pasan controles anuales de los organismos y autoridades de supervisión, que garantizan el respeto a todas las normativas ecológicas, sanitarias y de protección al consumidor.

Para identificar este compromiso y ayudar al consumidor final a distinguir los productos que cumplen sus  directrices, la UE dota a los artículos manufacturados bajo sus parámetros con un certificado fácilmente identificable.

El indicador verde con doce estrellas blancas diferencia los alimentos que cumplen el reglamento ecológico europeo.

Certificado Unión Europea

Particularidades de la leche ecológica

Uno de los artículos con mayor crecimiento dentro de este sector es la leche ecológica, que ofrece un valor añadido a la leche convencional gracias a su producción sostenible. La calidad de la leche ecológica en comparación con la convencional deriva también en un yogur eco al que no se le añade ingredientes innecesarios, quedando completamente libre de plaguicidas, pesticidas y restos de medicamentos.

Los campos donde pastan las vacas tienen también limitaciones muy estrictas respecto al uso de productos químicos como los fertilizantes, pudiendo únicamente aplicar a los cultivos productos provenientes de la propia naturaleza.

El sello distintivo de la UE certifica en este caso la elaboración de los yogures ecológicos a partir de leche de ganadería ecológica. Algunas firmas españolas, como los yogures ecológicos La Lechera, lucen estos identificativos comunitarios.

El yogur ecológico preserva los beneficios de las bacterias presentes en el lácteo y ayuda a regular la flora intestinal, además de favorecer la absorción de grasas o controlar los niveles de colesterol.

Al escoger un producto ecológico como los yogures bio, el usuario cuenta con la seguridad de obtener un alimento que no solo es respetuoso con el medio ambiente, sino también beneficioso para su salud personal, y el sello identificativo de la UE sirve como referencia a la hora de escoger el producto en el supermercado o restaurante.

Economía Digital

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