Biat vuelve a pérdidas en 2024 y el auditor señala «dudas significativas sobre su continuidad»

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El auditor de Biat Group ha advertido en su informe anual sobre una situación delicada para el grupo biotecnológico. Según señala, existen «dudas significativas» sobre su capacidad para seguir operando con normalidad, debido a varios factores: pérdidas recurrentes, desequilibrio financiero a corto plazo y una alta dependencia de contratos que todavía no están asegurados. 

En 2024, la empresa de origen gaditano ha registrado unas pérdidas de 2,91 millones de euros, en contraste con los 1,57 millones de beneficio del año anterior. La cifra de negocio ha bajado un 30%, hasta los 2,5 millones, un nivel similar al de 2022. Esta caída ha estado marcada principalmente por el frenazo de la filial Biobide, especializada en ensayos alternativos con peces cebra para el desarrollo de nuevos fármacos, cosméticos o productos agroquímicos. 

Esta ha sufrido el aplazamiento de contratos clave con clientes internacionales, entre ellos el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), cuyo proyecto, valorado en 450.000 dólares, debía comenzar en octubre, pero se retrasó a enero de 2025. 

Este tipo de retrasos, generalizados en el sector de la investigación por encargo (CROs), ha impactado negativamente en la facturación del año, aunque muchos de esos ingresos se espera que se materialicen en 2025. 

De hecho, según datos del grupo, solo en los dos primeros meses de 2025 se ha facturado ya el 25% del total de todo el ejercicio anterior. Además, Biobide ha comenzado a trabajar con nuevas farmacéuticas de Estados Unidos, utilizando su modelo experimental de pez cebra para estudiar tratamientos relacionados con enfermedades raras y trastornos neurológicos. 

Crecimiento en ZIP Solutions 

En paralelo, la otra gran filial de Biat Group, ZIP Solutions, ha logrado avances significativos. Esta empresa desarrolla herramientas tecnológicas para terapias génicas, es decir, tratamientos que actúan directamente sobre los genes de los pacientes. Durante 2024, ZIP ha cerrado un acuerdo de licencia con la biotecnológica SpliceBio, que utilizará su plataforma Splittera para desarrollar tratamientos de enfermedades oculares raras. 

Gracias a este tipo de licencias, ZIP tiene derecho a recibir pagos iniciales, compensaciones por hitos científicos o regulatorios, y un porcentaje de las ventas futuras si los productos llegan al mercado. 

Según la compañía, cada contrato de este tipo podría superar los 30 millones de euros en ingresos potenciales. En total, ZIP ha registrado en 2024 un crecimiento del 52% en su facturación, y cuenta ya con tres licencias activas en el campo de la terapia génica. 

Fondo de maniobra negativo 

El grupo también está desarrollando otras aplicaciones de su tecnología, como el sistema Click-CAR, orientado a terapias contra el cáncer, o Click-DSP, para mejorar los procesos industriales de producción de proteínas. Algunas de estas líneas se encuentran aún en fases iniciales, pero podrían representar nuevas fuentes de ingresos a medio plazo. 

En cuanto a su situación financiera, Biat ha activado 450.000 euros como inversión en proyectos de investigación y desarrollo. También ha reducido parte de su deuda mediante la conversión de préstamos en acciones, lo que ha permitido rebajar el pasivo sin que suponga una salida de caja. No obstante, el grupo ha cerrado el año con más gastos que ingresos operativos, y un resultado financiero negativo de 348.000 euros. 

El auditor ha llamado la atención sobre el desequilibrio financiero del grupo, que presenta más obligaciones a corto plazo que recursos disponibles, así como sobre el valor de ciertos activos que solo se justificarán si la empresa consigue generar beneficios futuros. 

Biat ha insistido en que su plan de negocio sigue en marcha, y que cuenta con margen de financiación adicional para los próximos meses.