El BBVA tienta a Carmena con los millones que la Operación Chamartín reportaría a Madrid

La alcaldesa, maniatada por el programa de Ahora Madrid, da largas al tema y deja caer que, dada la envergadura del proyecto, no se tomará una decisión hasta después de las generales

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El BBVA, principal promotor de la Operación Chamartín –el ahora conocido como Distrito Castellana Norte – tiene prisa y sigue presionando, por uno o por otro lado, a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para que no pierda ni un minuto más en tirar hacia adelante con este megaproyecto urbanístico, consistente en prolongar tres kilómetros el paseo de la Castellana.

De manera directa o indirecta, a través de los cada vez más frecuentes análisis que aparecen en los medios de comunicación apuntando las innumerables bondades y beneficios de la operación, la entidad financiera presidida por Francisco González quiere hacer ver a los nuevos responsables municipales que ahora es el momento adecuado, con los inversores internacionales dándose codazos por seguir metiendo dinero en el negocio inmobiliario, para de una vez por todas poner en marcha este desarrollo.

Dudas sobre la necesidad de 18.000 pisos

Pero, tanto la alcaldesa como el concejal delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, vienen reiterando la postura del Ayuntamiento desde el primer día que llegaron. No se trata de hacer por hacer 18.000 viviendas. Si no son necesarias no se hacen y punto.

La propia Carmena, en esta misma línea, dejaba caer hace unos días que los grandes desarrollos urbanísticos pendientes en Madrid –Chamartín, entre ellos– quedarán paralizados hasta ver qué pasa en las elecciones generales del próximo mes de diciembre.

No hay prisa

Y lanzaba un aviso a navegantes. Que si el proyecto lleva dos décadas sin acometerse, tampoco pasa nada porque se demore unos meses más. «¿Es necesario que lo resolvamos en estos dos meses y medio que gobernamos, incluyendo el mes de agosto?, se preguntaba la alcaldesa, dando prácticamente la negativa por respuesta.

En el fondo, detrás de todos estos planteamientos subyace una clara dicotomía, relativa a que tirar hacia adelante con el proyecto, en los términos que está planteado, supone incumplir claramente el programa electoral de Ahora Madrid.

Y de lo contrario, de no hacerlo, cerraría la puerta a una inversión de varios miles de millones de euros. Como salida intermedia, los responsables de Urbanismo, con Calvo a la cabeza, han dejado caer que abordar el proyecto en varias fases podía ser factible.

Pocos gastos, muchos ingresos

No obstante, ante la encrucijada de Carmena, la entidad financiera hace caso omiso a todos estos comentarios y no ceja en intentar convencer al Ayuntamiento de que el planteamiento no es si son o no necesarias las viviendas, sino los cuantiosos ingresos que el consistorio recibiría, tanto por la venta de los aprovechamientos urbanísticos que le corresponderían como por los posteriores derivados de la concesión de licencias de obras.

En ese sentido, desde la sociedad Distrito Castellana Norte –al frente de la que el BBVA puso a Antonio Béjar en abril de 2014– han hecho llegar los números al departamento de Calvo, para hacer ver que los más de 500.000 metros cuadrados de suelo con los que contaría el Ayuntamiento en la actuación representan una mina para el Ayuntamiento.

Terrenos y licencias

Resumiendo. Que a cambio de aportar unos 200 millones de euros –los que le correspondería para sufragar su cuota de participación en las obras de urbanización–, podría obtener no menos de 500 millones de euros por la venta de los terrenos.

Esto para empezar. Existe un estudio realizado por la sociedad promotora, que también han hecho llegar al Ayuntamiento, en el que serían cerca de 1.500 millones de euros los que llegarían a las arcas municipales procedentes de las licencias de 18.000 viviendas previstas y un centro de negocios tecnológico.

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