El viacrucis de los grandes accionistas de Adolfo Domínguez

Los Puig, la familia Noguera y la aseguradora La Previsión Mallorquina ven como el valor de su participación se deteriora un 70% desde el inicio de la crisis

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La deriva de Adolfo Domínguez desde los primeros años de la crisis económica ha causado un notable perjuicio a sus accionistas, que esperan desde 2012 que fructifique el plan lanzado por el modisto ourensano para racionalizar su red y recuperar la senda de la rentabilidad.

Los números rojos acumulados, que evitó el año pasado gracias a la venta de un edificio en el Paseo de Gracia de Barcelona, han frenado la distribución del dividendo, que cobraron por última vez los accionistas en 2010 a cargo de los resultados del ejercicio anterior.

Solo los minoritarios reclamaron en este periodo cambios en el consejo de administración, que han llegado por las dimisiones de consejeros y la incorporación de afines a Adolfo Domínguez a la dirección. Fuentes próximas al grupo aseguran ahora que la tensión en el núcleo duro de la firma es importante, fundamentalmente por las dificultades de tesorería.

Sin dividendos

La última retribución a los accionistas fue el 28 de julio de 2010. Ese año y todos los posteriores excepto 2015, la compañía cerró con números rojos. Agunos de los pesos pesados en el capital de la firma, como los dueños de Mayoral, todavía desconocen qué se siente al recibir un dividendo de Adolfo Domínguez.

El grupo de Rafael Domínguez de Gor adquirió en 2014 el 4% del capital a través de Wilmington Capital Sicav. Actualmente controla el 5,4% a través de la patrimonial de la familia, Indumenta Pueri. En estos dos años, el valor de las acciones se ha deteriorado un 40%.

Desde 2010, último curso en el que repartió dividendo, los accionistas han visto cómo la valorización de sus títulos en bolsa decaía más de la mitad. La capitalización de Adolfo Domínguez estaba por encima de los 70 millones, frente a los 29,5 millones actuales.

Tres accionistas de referencia

Esta acusada caída la han vivido los tres grandes accionistas, casi históricos, de la textil, que debutó en el parqué en 1997. La familia Puig controla actualmente el 14,8% del capital, pero entró en la compañía en el año 2.000, cuando compró la perfumería catalana Myrurgia. En la última ampliación de capital, en 2013, no suscribió acciones.

Después de Puig, entraron como accionistas significativos la aseguradora catalana La Previsión Mallorquina (7,5%) y la familia valenciana Noguera, a través de Libertas (10,2%). La primera lo hizo en 2006 y la segunda en 2004.

Aquellos fueron años dorados para Adolfo Domínguez. Entre 2006 y 2007 la capitalización en bolsa se situaba por encima de los 100 millones. En su último año con reparto de dividendo había bajado a los 70 millones y actualmente no llega a los 30 millones. El deterioro tras la irrupción de la recesión económica supera el 70%.

Robert Rodríguez

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