La juez deja a Antoni Marsal al borde del juicio por presunta malversación

La magistrada acaba la instrucción con indicios de delitos en la gestión de la UPM

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Antoni Marsal, ex presidente de la Unión Patronal Metalúrgica (UPM), una de las sectoriales más potentes de Foment del Treball, se encuentra al borde del juicio. La magistrada que instruye el caso por presunta apropiación indebida y malversación de fondos de la organización ha dado por finalizada la investigación. Su conclusión es que existen suficientes indicios de delito para seguir adelante con el proceso. Las partes, ahora, deberán formular sus escritos de acusación o pedir el sobreseimiento.

El ex patrón está imputado por desviar fondos de la organización y de subvenciones públicas a su bolsillo. En concreto, Marsal se habría apropiado de 600.000 euros a través de facturas a sociedades de su propiedad. Se trataría de fondos públicos –subvenciones para cursos– de los ejercicios 2007, 2008, y 2009. El dinero sustraído de la organización corresponde a los ejercicios 2010, 2011, y 2012.

Defensa de Marsal

Marsal, a través de su abogado Enric Carulla, del despacho Garrigues, presentó un escrito durante la instrucción donde señalaba que la propia UPM estaba al corriente de los pagos. Se trataría de una manera de remunerar a su cliente ya que los estatutos de la organización prohíben que perciban cantidad alguna.

De hecho, la patronal habría pagado a sus anteriores presidentes, así como a otros directivos en negro. Según su versión, fue el propio Marsal quien intentó regularizar estas prácticas con la emisión de facturas por labores que realmente sí se realizaron.

Otros imputados

La defensa, además, iba un paso más allá. Su letrado apuntaba que, de existir delito en la apropiación de las subvenciones públicas, la UPM debería ser responsable civil al ser conocedora de la práctica y no acusación particular.

En la causa, también está imputado Ángel Hermosilla, director de la UPM, responsable de autorizar los pagos, además de ingresar dinero a su esposa Margarita Sánchez, también acusada. El acusado, defendido por el abogado David Aineto, aseguró que el dinero que percibió su mujer fue una parte de su sueldo, ya que los estatutos le imponían un tope salarial.

También están acusadas Maria Magdalena Grau, responsable del departamento de formación; Cristina Isabel, del departamento de administración; y Ángel Blesa, asesor de Marsal que también realizó facturas supuestamente mendaces por trabajos.

UPM, en una situación delicada

La UPM se encuentra en una situación económica complicada. De hecho, éste fue uno de los factores que llevaron a los trabajadores a presentar la querella contra Marsal.

La nueva dirección, comandada por Josep Maria Pujol (Ficosa), intenta sanear las cuentas. Su último movimiento ha sido vender la sede de la patronal por cuatro millones de euros.

Economía Digital

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