Los Garrido borran la mancha de iDental en su nuevo fondo de inversión

Los empresarios lanzan una nueva marca en las oficinas de Weston Hill Capital para desligarse de iDental, investigada en la Audiencia Nacional

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Los hermanos Garrido quieren pasar página al proyecto fallido de iDental. Los ejecutivos, Juan y José María, preparan el lanzamiento de un nuevo proyecto en el que se desvinculan por completo de Weston Hill, el fondo de inversión que intentó reflotar la cadena de establecimientos dentales, actualmente en concurso de acreedores e investigada en la Audiencia Nacional.

La nueva marca de los Garrido es Almira Capital, con oficinas precisamente en la misma ubicación que Weston Hill Capital, en la Plaza Pablo Ruiz Picasso de Madrid. «Es todo muy prematuro –el registro del dominio tiene aproximadamente 30 días–, de momento es solo eso, una marca, y todavía no hemos pensado en anunciar su lanzamiento», explican sobre el proyecto.

“Mucha gente confundía Weston Hill Asset Managment –brazo inversor que compró iDental– con Weston Hill Capital, empresa que se creó posteriormente con otros socios. En realidad son dos marcas totalmente distintas, auque compartan parte del nombre”, añaden desde la firma. Su constitución, concretamente, llegó después de que la cúpula de Weston Hill Asset Managment rompiese y terminara en los tribunales por la gestión de iDental.

Juan y José María, que siempre defendieron que su papel en iDental fue únicamente como accionistas, cesaron a su socio Luis Sans, a quien culparon de los malos resultados de la compañía porque entendían que era el responsable de la gestión. Sans, por su parte, demandó a los Garrido, argumentando que su cese fue irregular y reclamando recuperar su puesto.

iDental sigue en los juzgados

Weston Hill compró iDental en octubre del pasado año por 25 millones de euros. La compañía fue adquirida en una situación económica muy débil, heredada de la gestión de los anteriores propietarios, Javier García Pellicer y Vicente Castañer.

Los Garrido intentaron que la firma remontara, pero fueron incapaces de cerrar la entrada de un nuevo fondo de inversión. El punto de no retorno se produjo cuando el fondo americano Cerberus, que se mostró dispuesto en un primer momento a entrar en la compañía, salió de las negociaciones en el último momento.

Fue poco después cuando diferentes clínicas de iDental empezaron a cerrar, provocando así que gran parte de los clientes se quedaran con tratamientos por finalizar. Muchos de ellos se unieron en diferentes plataformas para tomar acciones legales contra la compañía, al igual que hicieron diferentes organismos, como el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (ECOEC).

Ello provocó que la marca Weston Hill se desgastara, ya que, a la inviabilidad de iDental, se sumó la investigación que abrió el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que el pasado 3 de agosto ordenó registros en 17 clínicas de iDental en ocho comunidades autónomas y que la policía se personara en la sede de Weston Hill.

De la Mata asumió la causa para investigar un presunto fraude masivo en las clínicas low cost, después de que al menos 11 juzgados se inhibieran en favor de la Audiencia Nacional por el volumen extraordinario de la causa.

Los hombres de los Garrido

A Juan y José María les acompañan en esta aventura otros cuatro hombres: Juan Urquiola, Octavio AlaezJavier Miñana y Juan Arce. Los dos últimos son fundamentales en Almira Capital, donde ejercen de enclaves en Nueva York y Miami, respectivamente.

El primero tiene en la ciudad norteamericana las oficinas de New York Business Group, sociedad que comparte sus oficinas con Almira Capital. Miñana no trabajó nunca en Weston Hill, aunque «siempre tuvo buena relación con los Garrido y era habitual verles organizando conjuntamente algún encuentro entre inversores», explican otras fuentes cercanas. 

Arce, por su parte, está afincado en Miami, donde tiene domiciliado su fondo Aquasphere, fundado en el año 2000 en Florida, de acuerdo a la información registrada en Opencorporates.

Contactado por este medio, defendió que Almira “es una marca antigua, aproximadamente de hace seis años”. No obstante, no aceptó más preguntas y colgó de manera repentina a los pocos minutos de entablar conversación telefónica. Economía Digital no pudo contactar de nuevo con él. 

Cristian Reche

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