Ricardo Currás planea dejar DIA en 2018 (cuando cobre su variable)

La cúpula de DIA da por hecho el abandono de Ricardo Currás el próximo año cuando ingrese todos sus incentivos

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Ricardo Currás, el hombre que dirige los supermercados DIA, planifica el abandono de la compañía el 2018, cuando espera cobrar al completo sus retribuciones variables correspondientes al período 2016-2018.

Su ejecutivos más allegados dan por hecho que Currás dejará la compañía una vez que cumpla el objetivo que más le preocupa –según explica su entorno–: el cobro de los bonos en función de los resultados financieros.

Ricado Currás cuenta con un sueldo de 600.000 euros anuales, pero en los últimos dos años, DIA ha pagado más de 6 millones de euros por sus servicios. La cifra incluye los variables que cobrará al cierre de 2018, debido a un plan de retribución a largo plazo firmado por Currás el año pasado. 

Retrasos en los pagos

DIA suele ajustar sus operaciones de modo que no perjudiquen a los variables de la cúpula.  A finales de año, los grandes proveedores habituales de DIA, recibieron una mala noticia. Los pagos que tenían que recibir por parte de la empresa en diciembre se retrasaban a enero.

“Cada vez que hay cierre de ejercicio, ocurre lo mismo. Se aplazan los pagos para mejorar artificialmente los resultados y para que la cúpula directiva pueda cobrar más en variables”, explican fuentes cercanas al máximo directivo.

En las retribuciones anuales, no figura el creciente conflicto judicial que afronta la compañía que es acusada por decenas de franquiciados en toda España por estafarlos para engordar artificialmente los resultados.

Ricardo Currás cobra en función del ebitda. Poco afecta la enorme deuda que arrastra la compañía

Franquciados de toda España aseguran que la compañía les estafa en los pedidos, en las compras y con los inventarios con el propósito de facturar más y sin importar los efectos colaterales.

De cero a mil millones de deuda en 5 años

Tampoco tiene demasiado peso la deuda, porque la empresa sigue vendiendo más. DIA ha pasado de no tener deuda hace un lustro a contar con mil millones de euros en deuda.

Los resultados de la compañía siguen siendo buenos en términos de ebitda, precisamente el concepto por el que más cobra el consejero delegado Ricardo Currás. Tal vez por eso, la compañía presiona al máximo a los franquiciados para que aumenten las ventas. En ocasiones, les entrega comida en mal estado que factura de forma íntegra, tal como quedó demostrado en una sentencia judicial en Lleida. Otras veces, entrega pedidos no solicitados por los franquiciados, según han denunciado afectados por los cierres de tiendas. Así, vendan o no los establecimientos, la corporación siempre factura y Currás cobra sus variables.

El máximo ejecutivo de DIA minimiza el problema que tiene con los franquiciados. En la presentación de resultados del año pasado, explicó que la empresa gana más juicios de los que pierde con esta ola de conflictos judiciales.

Currás acaba de reformar su equipo directivo y desplazar al responsable de franquicias, el área más conflictiva. Quienes conocen al máximo ejecutivo aseguran que es un hombre hábil y un gestor astuto. No trabaja cómodo con las voces discrepantes en el consejo de administración y tal vez por ese motivo, quienes participan en él aupados por Currás– apoyan sin fisuras su gestión.

Si todo marcha en función de lo previsto, Ricardo Currás cobrará su sueldo millonario y se marchará. No habrá ningún inconveniente salvo que la empresa aplique uno de los condicionantes de los bonos. DIA puede reclamar, hasta tres años después, la devolución del variable si detecta que, para lograr las buenas cifras, se han aplicado argucias contables. 

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