Telefónica estudia ventas para reducir su deuda

La abultada deuda de la 'teleco' podría llevarle a vender sus centros de datos, según 'Bloomberg'

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Los resultados trimestrales de Telefónica dejaron claro que la operadora mantiene un ritmo constante para menguar su deuda. Pero, de acuerdo a la información de Bloomberg este martes, la compañía presidida por José María Álvarez Pallete podría estar pensando en acelerar en su objetivo a través de desinversiones.

El medio concreta que la reducción del apalancamiento pasaría por la venta de su negocio de datos, una hipotética desinversión que le reportaría entre los 500 y los 1.000 millones de dólares en función de los activos que se incluyan en la misma.

Telefónica siempre ha querido reducir la deuda vía orgánica, dejando la venta de activos en segundo plano

La reducción de la deuda ha sido uno de los objetivos que la teleco ha tenido entre ceja y ceja desde la llegada a la presidencia de José María Álvarez Pallete. En ese periodo, la deuda se ha reducido en cerca de 10.000 millones, priorizando siempre en hacerlo vía orgánica, es decir, a través de la generación de caja. 

Por esa misma razón, las desinversiones, que ayudarían a reducir la deuda de manera más rápida, siempre se han colocado en segundo plano. La última operación en este sentido fue la venta del 10% de Telxius, aunque siempre se ha especulado con que la compañía podría desprenderse de otros de sus activos en Latinoamérica o en Europa. La operadora, además, está en pleno proceso de venta de su aseguradora Antares.

Telefónica espera una reacción del mercado

La deuda de Telefónica se sitúa actualmente cerca de los 42.636 millones de euros a cierre de septiembre de 2018. Según los últimos resultados que ha publicado la teleco española, la deuda se ha reducido casi un 10% en un año, un porcentaje que se traduce en casi 5.000 millones de euros. 

Uno de los motivos por los que Telefónica quiere reducir su deuda se encuentra en el parqué. La compañía ha llegado a deber más que toda su capitalización bursátil, un aspecto que ha sido castigado por los inversores, con caídas en bolsa. 

Ahora la firma espera que el mercado aplauda el esfuerzo por reducir su apalancamiento. De momento no hay señales firmes de que la compañía esté en un ciclo alcista, aunque la mayoría de analistas se inclinan por comprar y dan al valor un precio objetivo superior a su cotización actual (7,34 euros).

Economía Digital

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