La contrarreloj de BBVA para enseñar la puerta a los afines a González

La imputación de Francisco González aumenta la presión para que Torres revise de forma natural la composición del consejo

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Las implicaciones del Caso Villarejo para el BBVA se ramifican. Tras la imputación del banco y de una parte de sus directivos por la Audiencia Nacional, esta ha dado un paso más y ha imputado al histórico presidente del banco, Francisco González y también a uno de los hombres de confianza de Carlos Torres, Juan Asúa, de acuerdo con El Mundo.

Aunque el banco lleva meses tratando de separarse de la influencia del banquero gallego, cuyo punto álgido fue la dimisión como presidente de honor y de la fundación el día antes de la junta de accionistas, la cúpula del banco está todavía muy gonzalizada, lo que complica el argumento de que el banco ya ha pasado página y que el equipo directivo es totalmente distinto al que existía en la entidad cuando la lideraba González. Onur Genç, consejero delegado del banco, ha reconocido que el Caso Cenyt podría dañar la reputación del banco.

Hace menos de un año, González todavía era presidente de la entidad y estaba trabajando en su sucesión. De hecho, fue el mentor de Carlos Torres, al que impulsó primero como consejero delegado y después como presidente ejecutivo, a pesar de que este modelo de liderazgo no es el que más gusta al Banco Central Europeo (BCE). Para contentar a Luis de Guindos, el plan de sucesión de González ha venido acompañado de una revisión del gobierno corporativo, que por ahora el banco ha dado por cerrada, y que ha llevado a un mayor reparto de los poderes ejecutivos.

El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) no ha querido ser muy explícito sobre la situación del banco. Preguntado por periodistas, lo único que ha apuntado es que esperan a la actuación de la Justicia. Por ahora, la Audiencia no ha procesado a ninguno de los imputados, aunque Antonio Béjar y Julio Corrochano están en libertad bajo fianza.

La imputación ahora de Francisco González, que declarará el próximo 18 de noviembre ante el juez, es un hándicap para la reputación de BBVA y una tarea complicada por gestionar para Carlos Torres. el consejo de administración de BBVA todavía cuenta con muchos vocales que acompañaron a Francisco González durante buena parte de su trayectoria en el banco y que, por tanto, también habrían estado a su lado durante los ejercicios investigados dentro del Caso Cenyt. En este sentido, las pesquisas arrancarían en 2004, cuando, presuntamente, el Comisario Villarejo podría haber realizado escuchas ilegales a petición del banco para tratar de bloquear el asalto de Sacyr al banco.

El consejo de fieles a Francisco González

Algunos de los históricos consejeros del banco como Carlos Loring Martínez de Irujo, o Susana Rodríguez Vidarte, que forman parte del consejo desde 2004 o 2002, o José Maldonado, que se incluso antes, en 2000, habrían coincidido con González durante los años en los que arrancaron las investigaciones por Cenyt. Tomás Alfaro Drake, otro de los consejeros más longevos, se incorporó algo más tarde en 2006. 

Aunque ninguno de ellos se ha visto salpicado por el escándalo, Torres podría utilizarlos para marcar todavía más distancia con la era González y de paso, mejorar algunas recomendaciones de gobierno corporativo; relacionada con la edad del consejo.
La larga trayectoria de todos ellos en el banco, les ha llevado a dar el salto a la categoria de consejeros externos. La mayoría arrancó su trayectoria en BBVA como independiente, pero perdió este status tras cruzar la barrera de los 12 años en el consejo. El banco, sin embargo, se queda sin tiempo para adoptar una decisión sobre su permanencia o no, puesto que muchos deben renovar cargos en la próximo junta de accionistas.

De acuerdo con los estatutos del BBVA, no existe un plazo máximo de permanencia en el consejo, aunque deben ser reelegidos cada tres años. El único límite -ampliado por Francisco González para poder prolongar su larga presidencia- es la edad. Más allá de los 75 no se puede formar parte del consejo.

Renovaciones y límites de edad

Estas herramientas puede dar presidente del BBVA puede dar este paso de forma natural, ya que, con la excepción de José Maldonado, que no le toca renovar cargo hasta 2021, el resto de las prolongaciones deberán ser sometidas a renovación en la junta de accionistas del año que viene. Algo que, dependiendo de que cómo avance el proceso legal, podría generar suspicacias.

La edad también puede servir de argumento en algunos casos. Los consejeros deben renunciar una vez cumplan los 75 años, pero, por ejemplo, Carlos Loring Martínez de Irujo cumpliría 75 años durante el siguiente mandato, ya que nació en 1947. Alfaro es más joven, pero también superaría la barrera de los 70 años durante el mandato de su reelección.

Los casos de Susana Rodríguez Vidarte y Maldonado deberían afrontarse con otro enfoque, ya que con los estatutos actuales del banco, todavía contarían con recorrido. El 2020 cumplirán 65 y 68 años, respectivamente.  

El BBVA no tendría problema para adaptarse a sus propias normas de gobierno corporativo en el caso de que perdiera componentes en el consejo de administración. Hoy cuenta con 15, que es el máximo permitido, mientras que el mínimo son cinco.

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