El Eurogrupo busca un acuerdo político sobre las condiciones del ‘rescate’ a la banca

Los ministros de Economía de la eurozona buscarán este lunes un «acuerdo político» sobre el memorándum que establece las condiciones del rescate a la banca española. Si se alcanza un compromiso las ayudas empezarían a llegar tras el verano. En el borrador no se incluirá la cifra final del préstamo porque el Eurogrupo quiere esperar al resultado de las cuatro auditorías sobre las necesidades de capital de las entidades españolas.

Las exigencias afectarán principalmente a las entidades que reciban las ayudas, que deberán someterse a planes de reestructuración con venta de activos, cierre de oficinas y segregación de activos inmobiliarios, según ha avanzado el ministro de Economía, Luis De Guindos. Aunque las condiciones también recaerán sobre el conjunto del sector bancario, con exigencias de refuerzo de la supervisión y la regulación.

En el memorándum se establecerán las características del crédito, como el plazo de devolución, el periodo de carencia o el tipo de interés. Guindos espera que el préstamo tenga «plazos largos» de más de 15 años, un periodo de gracia entre 5 y 10 años y tipos de interés de entre el 3% y el 4%.

Sin recapitalización directa 

Una vez alcanzado el acuerdo, los fondos se inyectarán en las entidades con problemas siguiendo las reglas vigentes, que no prevén la recapitalización directa. Esta nueva medida sólo será posible cuando se haya creado un supervisor único a partir del Banco Central Europeo. Aunque los líderes de la eurozona se han comprometido a que se haga antes de que acabe el año, algunos expertos aseguran que podría retrasarse a mediados de 2013 o incluso hasta 2014. 

Aún así, las ayudas a la banca española dejarán de contar como deuda para el Estado, pero España se mantendrá como garante, lo que significa que si las entidades no los devuelven, el Gobierno deberá asumir las pérdidas y no el fondo de rescate.

Más medidas anti déficit 

En la agenda del Eurogrupo no está previsto discutir la posibilidad de dar un año de prórroga a España (hasta 2014 en lugar de 2013) para reducir el déficit hasta el 3% del PIB porque la Comisión todavía no ha presentado una propuesta formal en este sentido.

Si el Gobierno de Mariano Rajoy quiere beneficiarse de la prórroga tendría que presentar «un plan presupuestario sólido para 2013 y 2014 que detalle la senda a medio plazo de consolidación presupuestaria», según avanzó el vicepresidente Olli Rehn el pasado 30 de mayo. Además, el Ejecutivo español tiene que dar garantías de que «puede controlar de forma eficaz el gasto excesivo a nivel subnacional, especialmente en las comunidades autónomas».