El Gobierno se niega a revisar las previsiones económicas pese al pinchazo de la OCDE
María Jesús Montero anuncia que no modificará su cuadro macroeconómico, tras el recorte que ya vaticinan todos los analistas económicos internacionales
El último recorte en las previsiones económicas de España anunciado por la OCDE no ha hecho mella en los planes del Gobierno de Pedro Sánchez. Los analistas públicos continuarán aferrándose a su pronóstico de que el Producto Interior Bruto (PIB) despegará un 6,5% en el 2021, pese a que ninguna institución maneja ya estas cifras tan optimistas.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha comunicado que no presentarán un nuevo informe antes de que cierre el año, a pesar de las actualizaciones negativas que han publicado en las últimas semanas todos los organismos nacionales e internacionales, desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta Funcas.
«No tiene ningún sentido revisar los datos», ha expresado la responsable de las finanzas públicas a los medios de comunicación en una visita a Sevilla.
La OCDE ha publicado este miércoles su última actualización que anticipa un fuerte recorte en las expectativas de recuperación económica tras la crisis del coronavirus. Se ha pasado de un incremento de la economía del 6,8% a un 4,5%, como consecuencia de una amalgama de factores, como la caída del consumo, el aumento de la inflación o el lento despliegue de los fondos europeos.
Sin embargo, Montero considera que no hay indicios para preparar un nuevo pronóstico. «No hay ningún dato que nos lleve a modificar la previsión económica, pero además estando ya a principios de diciembre tampoco es un dato que sea significativo, mejor esperar ya al resultado final», ha subrayado.
El Gobierno se aferra a los datos de empleo
La ministra ha defendido su postura con un alegato sobre la evolución del mercado laboral que este jueves volverá a protagonizar un nuevo incremento con la publicación de los datos de empleo. «Mañana vamos a conocer los datos de noviembre de afiliación y de paro, que son francamente positivos y que ponen de manifiesto el vigor y la fortaleza en la recuperación económica con independencia de que los datos macroeconómicos», ha enfatizado.
La responsable de las finanzas ha advertido además que la Comisión Europea ya dio por bueno el proyecto del Presupuesto General del Estado (PGE) que presentó el Gobierno en Bruselas, a pesar de que desde entonces se han ido descolgando todos los analistas económicos con sus previsiones de empleo.
La falta de un nuevo informe impedirá, por ejemplo, que el Ejecutivo pueda evaluar el posible impacto que puede tener la pandemia del coronavirus, después de que se hayan detectado los primeros casos de la variante ómicron. La OCDE sí que contempla un repunte de los contagios en su capítulo de riesgos para el crecimiento del país.
Tampoco se podrán incluir otros factores que han marcado la evolución de la economía española en las últimas semanas como la inflación. El último dato del Índice de Precios al Consumo (IPC) se ha situado en el 5,6%, lo que supone su mayor alza de los últimos 29 años, debido al impacto de la crisis energética.
El Gobierno evitará así sobresaltos en el tramo final del año que estará condicionado por una intensa agenda legislativa. La derogación de la reforma laboral, la aprobación de la Ley del Audiovisual, el desbloqueo de los Presupuestos en el Senado o la negociación de un modelo de financiación económica marcarán el ritmo de las políticas económicas.