El precio de la luz y la gasolina dispara el IPC al 9,8% en marzo

El precio de la electricidad se duplicó en marzo, el gasóleo se encareció un 45,6% y la gasolina un 33,6%, lo que elevó el IPC a su mayor tasa desde 1985

En la imagen, personas comprando en un supermercado.

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El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma el récord de inflación en 37 años. La crisis energética desatada por la guerra en Ucrania ha roto todos los esquemas y ha provocado que la inflación ya de por sí disparada en España escale al 9,8% en el mes de marzo, máximos desde mayo de 1985, por el ‘shock’ energético y como consecuencia de una subida de precios ya de todos los componentes, sobre todo la electricidad (+10,8%), gasóleo (+45,6%), gasolina (+33,6%) y alimentos.

Los datos definitivos del índice de precios de consumo (IPC) publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan el impacto de la guerra de Ucrania en los precios, que supera todos los pronósticos, ya que las estimaciones más pesimistas situaban el IPC de marzo en torno al 9%, como Funcas, pero la cifra final ha superado con creces esos cálculos y ya roza los dos dígitos.

Sin duda la mayor aportación a esta elevada tasa de inflación proviene de la electricidad y las gasolinas, ya que aportaron 1,6 de los 2,2 puntos de subida, mientras que los alimentos también hicieron que la tasa aumentase en casi 0,3 puntos, agravado tras el primer mes cumplido desde el inicio de la guerra en Ucrania por la invasión rusa. De hecho, sin tener en cuenta las últimas variaciones de impuestos, la inflación interanual sería del 10,7% en marzo, según el índice a precios constantes, nueve décimas más que el IPC general.

La tasa interanual del IPC no repuntaba tanto en un solo mes (+2,2 puntos) desde hace casi 45 años, cuando en abril de 1977 subió 4,3 puntos. La inflación acumula así su decimoquinta tasa positiva consecutiva, ya con un alza incesante de los precios de la electricidad que se ha contagiado de forma clara al resto de bienes y servicios de la cesta de la compra, agudizando la pérdida de poder adquisitivo de las familias españolas. El promedio mensual es ya del 7,8%.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya advirtió de que el mes de marzo sería «particularmente negativo» para la inflación, al tiempo que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha calificado este miércoles desde Extremadura de «inaceptable» el alza de precios, sobre todo por la energía, si bien espera que se alcance el pico de inflación «cuanto antes» y empiece la senda de moderación con el Plan Nacional de respuesta el impacto económico de la guerra aprobado.

Las cifras de IPC de marzo son preocupantes también al reflejar un repunte a nivel mensual del 3%, lo que supone el mayor aumento de la tasa mensual del IPC en más de 44 años. Concretamente, no se registraba un alza mensual de tal magnitud desde agosto de 1977.

Subidas en todos los componentes: la subyacente escala al 3,4%

Tras arrancar su senda ascendente en el verano del año pasado, la inflación se ha terminado de desbocar con la crisis energética de la guerra de Ucrania. La evolución se debe los incrementos de los precios de la electricidad, los carburantes y combustibles y los alimentos y bebidas no alcohólicas, mayores este mes que en marzo de 2021.

En este sentido, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta en marzo cuatro décimas, hasta el 3,4%, su mayor nivel desde septiembre de 2008. Esta evolución es relevante porque, tal y como se señala desde el Gobierno, se trata del indicador en el que más se está fijando para medir el pulso de la evolución de los precios en España. El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 9,8% en marzo, dos puntos más.

Estadística explica que los grupos con mayor influencia positiva en el IPC de marzo fue vivienda, con una variación del 33,1%, precisamente por el comportamiento de los precios de la electricidad, y en menor medida por los precios del gasóleo para la calefacción. A ello se suma el transporte, con una tasa del 18,6%, debido al alza de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales.

La subida de los precios se extiende a muchos productos de la cesta de la compra y también ha tenido gran peso en el aumento del IPC los alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación de más de un punto, hasta el 6,8%, destacando los incrementos de los precios del pescado y marisco, y de las legumbres y horatalizas, la leche, el queso, los huevos y la carne.

También ha influido en alza en hoteles, cafés y restaurantes, cuya tasa alcanza el 4,4%, debido sobre todo al aumento de los precios de la restauración, y los servicios de alojamiento, según Estadística.

Con todo, las mayores subidas respecto a marzo de 2021 se dieron en la electricidad (+107,8%), combustibles líquidos (+83%), otros aceites (+46,1%), al tiempo que el gasóleo (+45,6%) y la gasolina (+33,6%) continuaron con notables incrementos, antes de la bonificación de 20 céntimos aprobada, así como el gas natural (+12,1%). Suben alimentos básicos como el pan (+6,5%), la carne de vacuno (+7,8%), el pescado (+11%), la leche (+11,4%), los huevos (+11%) o las patatas (+5,1%).

Por el contrario, las mayores bajadas anuales se dieron en los peajes y aparcamientos (-20,7%), los equipos e telefonía móvil (-3,2%), los paquetes turísticos nacionales (-2,9%), los juegos y aficiones (-1,8%) y los equipos audiovisuales (-1,4%).

Nueve CCAA superan el IPC del 10% y cuatro provincias el 12%

La tasa anual del IPC aumentó en marzo respecto a enero en todas las comunidades autónomas, especialmente en nueve regiones que sobrepasaron incluso la barrera psicológica del 10%: Castilla- La Mancha (+11,7%), Castilla y León (+11%), Aragón (+10,7%), La Rioja (+10,6%), Galicia (+10,5%), Extremadura (+10,3%), Comunidad Valenciana (+10,2%), Cantabria (+10,2%) y Murcia (+10%).

Las tasas menos pronunciadas fueron las de Ceuta (+7,8%) y Canarias (+8,4%). El mayor alza lo sufrieron los castellanomanchegos, con un incremento de casi tres puntos, mientras que donde menos subieron los precios fue en Canarias, con un repunte aun así de 1,6 puntos.

A nivel provincial, los datos reflejan que la tasa interanual del IPC superó incluso la barrera del 12% en cuatro provincias españolas –Toledo (+12,6%), León (+12,5%), Huesca (+12,2%) y Ávila (+12%)–. La inflación superó el 10% en 35 provincias ya, si bien aquellas con la inflación más baja en marzo fueron Ceuta ( +7,8%), Tenerife (+8,3%), Las Palmas (+8,5%), Guipúzcoa (+8,8%) y Cádiz (+8,9%). En Madrid fue del 9% y en Barcelona del 9,1%.

Calviño afirma que la inflación se moderará con el plan de choque

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Económicos subrayó ya con el dato adelantado la «urgencia» de desplegar el Plan Nacional de respuesta al impacto de la guerra en Ucrania para revertir la tendencia alcista del IPC a partir del segundo semestre, frenar el aumento de costes a empresas y familias e iniciar a corto plazo la reducción de la inflación hasta niveles más moderados.

Según Economía, un 73% de este alza se debe al impacto de la invasión de Ucrania sobre los precios de la energía y los alimentos no elaborados, pero el Gobierno confía en que su plan de choque permita revertir la tendencia de la inflación y comenzar a contenerla.

Entre las medidas más destacada figuran una bonificación de 20 céntimos por litro al combustible a todos los usuarios, la limitación de un 2% en la revalorización de los alquileres desvinculándolo del IPC en el caso de grandes tenedores o ante la falta de acuerdo entre propietarios particulares e inquilinos, un alza del 15% de la cuantía del Ingreso Mínimo Vital, el acuerdo de 1.000 millones de euros en ayudas al sector del transporte, ayudas para el sector de la agricultura, la ganadería, la pesca y la industria electrointensiva y las medidas de extensión de rebajas de impuestos para abaratar el precio de la luz.

Está pendiente el pacto de rentas para la contención de salarios y beneficios y dividendos empresariales que pide el Gobierno para evitar una espiral inflacionista, así como la subida que acuerden patronal y sindicatos en el marco del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).

Lo cierto es que desde el inicio de la invasión militar en Ucrania por parte de Rusia la inflación se ha convertido en la mayor amenaza para la economía al haber provocado el conflicto bélico el repunte del precio del gas en un contexto de incertidumbre por la tensión del precio de productos como los cereales y los piensos, productos de los que Rusia y Ucrania son líderes exportadores.

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