La banca electrónica: claves, ventajas y distintos tipos

La tecnología NFC permite pagos a distancia. Imagen: Freepik.

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La llegada de lo electrónico y lo digital a nuestras vidas a lo largo de las dos últimas décadas ha tenido un impacto global en todos los ámbitos de nuestro día a día, prácticamente sin excepción. El aspecto laboral, el ocio o la información se han visto implicados en un proceso de digitalización, y, como no podía ser de otro modo, el ámbito económico no iba a ser la excepción.

Dentro de todos los conceptos que se engloban dentro del marco de la digitalización del mercado económico, la banca electrónica es uno de los que tiene un mayor peso, ya que ha cambiado por completo no la forma en la que los bancos y las personas físicas gestionan su dinero, sino que ha simplificado todos los procesos relacionados con operaciones financieras.

Las ventajas y puntos fuertes de la banca electrónica

A modo de resumen, esta banca electrónica, también conocida como banca digital, consiste básicamente en un sistema que permite tanto a las entidades financieras como a sus clientes llevar a cabo transacciones bancarias a través de internet, ya sea desde cualquier navegador o desde las aplicaciones para los teléfonos móviles, siendo esta última una opción aún más moderna que la anterior.

Una modernización que ha traído consigo grandes ventajas. Entre ellas, destacan la comodidad que nos brinda el hecho de poder acceder a nuestras cuentas desde cualquier lugar y en cualquier momento, la rapidez que ha otorgado a estas transacciones, la eficiencia que nos permite ahorrar mucho tiempo y dinero, y, en último lugar, la seguridad que este tipo de banco otorga a todo tipo de transacciones financieras.

Además, la cada vez mayor popularidad con la que cuenta este proyecto, está logrando hacer que los bancos apuesten por otorgar ventajas y beneficios a la banca electrónica respecto a la tradicional, en forma de descuentos, créditos preconcedidos, y un sinfín de aspectos gracias a los cuales ahora es mucho más sencillo realizar desde nuestra entidad bancaria cualquier tipo de operación.

No obstante, una vez introducido este concepto, es importante distinguir entre los tres tipos de banca digital que existen: la banca por internet engloba a todas aquellas operaciones que los clientes de una entidad bancaria concreta pueden realizar a través de cualquier navegador web. La banca móvil, por su parte, hace lo propio, pero, en esta ocasión, a través de un teléfono móvil. Y por último, y de la mano de esta automatización, los cajeros automáticos son un punto físico en el que los clientes pueden llevar a cabo cualquier operación sin necesidad de que el banco este abierto.

Como es lógico, los dos primeros son los que han obtenido una mayor popularidad con el paso de los años, dada la comodidad y la seguridad que brindan a sus clientes en función de sus necesidades o preferencias en un momento dado. Y si bien la banca por internet ofrece más posibilidades, la banca móvil es más sencilla de usar, por lo que llegados a este punto es simplemente decisión del cliente elegir uno u otro modelo.

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Diego Sánchez Aguado

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