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Dentro de todos los términos financieros, el mercado de divisas es uno de los conceptos fundamentales a la hora de entender el modo en el que funciona la economía. También conocido como Forex, se trata de un mercado global descentralizado en el cual se intercambian todas las monedas del mundo, creado con el objetivo de facilitar el flujo monetario del comercio internacional.

Se trata de uno de los grandes centros económicos a nivel global, ya que es capaz de mover diariamente una cantidad cercana a los seis billones de dólares. Una cifra que, para poner en contexto, es cercana a lo que se mueve en Wall Street a lo largo de todo un mes. Y tiene sus centros repartidos en las boslsas de Londres, Nueva York o Tokyo.

Aspectos fundamentales a tener en cuenta del Forex

Entre los aspectos más importantes a destacar dentro de esta mercado de divisas, destaca el hecho de que permanezca abierto las 24 horas al día durante 5 días a la semana. Su apertura dura desde las cuatro de la tarde del domingo, hora de la costa este de Estados Unidos, y cierra a la misma hora del viernes posterior, lo que brinda a los mercados una altísima capacidad de respuesta a cualquier tipo de acontecimiento económico.

Pero, ¿en qué consisten las transacciones que se llevan a cabo en este mercado? En resumidas cuentas, los participantes, más allá de la acción evidente de comprar y vender monedas, también pueden especular sobre el valor futuro de estas divisas, lo cual es un aspecto muy importante a la hora de determinar el futuro del flujo económico. Y de la mano de esto, las grandes empresas pueden también protegerse de los riesgos económicos de un mercado cambiante.

Esto es algo muy importante, ya que el Forex es un mercado muy volátil, lo cual significa que pueden acontecer cambios de forma muy veloz e impredecible, por lo que es recomendable contar con amplios conocimientos sobre el mercado. Por ello, los principales actores del mismo son los bancos, los fondos de cobertura y las grandes multinacionales, además de, en una medida mucho menor, los inversores individuales.

En este mercado, por otra parte, todo gira en torno al cambio de valor de cada divisa a nivel individual. Unos cambios que fluctúan en función de la ley de la oferta y la demanda: si hay más demanda de una moneda que de otra, su valor aumentará. Y, por el contrario, si hay una demanda menor, este valor disminuirá.

Por otro lado, entre las consecuencias de no ser un mercado centralizado destaca el hecho de que la cotización de cada divisa no es negociable, sino que depende de la actuación de los actores previamente mencionado. Y, por otro lado, las fluctuaciones en los cambios monetarios dependen de otra larga lista de aspectos.

Unos aspectos entre los que destacan conceptos económicos, como los tipos de interés o la inflación, pero también otros factores sociopolíticos que también pueden jugar un papel muy importante en este ámbito, como es el caso de las políticas económicas de cada Gobierno, o la estabilidad política de un lugar concreto.

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