Caixabank ajusta la herencia de Bankia y cierra otras 200 oficinas, casi el triple que el resto de bancos 

Caixabank no ha echado el freno al cierre de oficinas durante 2023. La entidad liderada por Gonzalo Gortázar, la que más capilaridad tiene de la banca española, no se sale del carril y continúa reduciendo el número de sucursales en pos de una mayor adopción de los canales digitales por parte del cliente y, sobre todo, para aligerar la estructura de costes. 

La entidad de origen catalán ha acometido 200 cierres de oficinas durante el último ejercicio, según detalla el último informe financiero remitido por el banco. La compañía presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha cerrado el año con 3.618 sucursales operativas en España, cerca del doble que Santander o BBVA, que contabilizan menos de 2.000 oficinas en el territorio nacional. 

Como viene siendo habitual en los últimos ejercicios, y más desde la absorción de Bankia, Caixabank lidera el ranking de las entidades bancarias españolas que más oficinas cierra a nivel anual. Según los cálculos realizados por este diario a partir de los últimos informes financieros, la entidad catalana ha echado el cerrojo al 72% de todas las oficinas cerradas por los bancos del Ibex 35.  

La banca cotizada del selectivo nacional se ha desprendido de 278 oficinas en España durante 2023, de las cuales, 200 eran de Caixabank. Es decir, la firma liderada por Gortázar cierra casi el triple de sucursales que todos los bancos del Ibex 35 juntos.  

Bankia, clave en las desinversiones de Caixabank  

Aunque la digitalización y los menores costes que asume la banca al cerrar sucursales son los principales motivos de estas desinversiones, Bankia se cuela como el tercer gran factor en el caso de Caixabank. 

La entidad bancaria catalana agregó 2.000 oficinas a sus cuentas con la integración de Bankia. A partir de este momento, Caixabank se puso manos a la obra para ‘limpiar’ sus cuentas y aligerar los costes asociados a esas sucursales añadidas.  En menos de tres años, la firma liderada por Gortázar se ha deshecho de alrededor de 1.900 sucursales. 

Fuentes oficiales detallan a ECONOMÍA DIGITAL que el ritmo de cierres se debe a las «integraciones de sucursales que aún están pendiente tras la fusión y por la inversión en nuevas aperturas de oficinas Store». Como señaló este diario, la entidad con sede en Valencia pretendía abrir unas 80 oficinas Store.  

Se tratan de sucursales algo más espaciosas de lo normal que están ubicadas en un punto intermedio entre varias oficinas de Caixabank que estaban próximas. La intención de la compañía es concentrar esas oficinas en una algo más grande de lo normal. Esto implica el cierre de sucursales para abaratar costes.  

No a todos les convence la digitalización 

El cierre de oficinas de Caixabank responde a una tendencia creciente entre los bancos españoles. Exceptuando a Bankinter y Unicaja, que apenas ha cerrado una sucursal cada uno en el último año, el resto de las firmas se han desprendido de varias oficinas debido a la mayor apuesta por la digitalización, lo cual implica una reducción considerable de la estructura de costes.  

La banca, como el resto el entramado empresarial español, cree que el avance económico pasa por la digitalización, pese a los riesgos que pueda entrañar. Las entidades financieras han potenciado sus canales digitales en los últimos ejercicios a sabiendas de que los clientes son cada vez más reacios al trato personal y rehúyen de ir a las oficinas. 

Los procesos digitales han pasado a un primer plano en todos los bancos nacionales e internacionales. La inmediatez, la disponibilidad y la libertad de operar desde un dispositivo móvil o un ordenador han marcado el negocio bancario, lo que implica que la banca se haya desquitado de miles de sucursales en los últimos ejercicios y haya invertido más en los procesos online.  

Aunque las entidades bancarias justifican estos movimientos por la «demanda de los propios clientes», como señalan desde CECA, no a todos los usuarios financieros les convence la apuesta por lo digital.  

Durante el pasado año se repitieron varios episodios en los que Nadia Calviño, titular de Economía de entonces, reprochó a la banca el trato que estaban dando a los clientes sénior. La ex vicepresidenta primera del Gobierno instó a la banca a cambiar su conducta para evitar la exclusión financiera que instituciones, como Asufin, denuncian.  

Aunque la banca cotizada del Ibex 35 ha potenciado el calado del negocio bancario en varias zonas rurales a través de convenios con Correos o con ofibus, como es el caso de Caixabank, los cierres de oficinas y de cajeros se han pronunciado, hecho que sigue levantando ampollas entre los mayores.