CiU echa a Agbar de las alcantarillas de Barcelona
Trias entierra la concesión mixta y crea una empresa 100% pública
CiU ha echado a Agbar de las alcantarillas de Barcelona. La federación nacionalista ha decidido que el Ayuntamiento, comandado por el alcalde Xavier Trias, asuma la gestión del servicio con una empresa pública. El ejecutivo municipal asegura que el nuevo enfoque “aportará una mejor eficacia y eficiencia” y ayudará a “avanzar hacia una nueva cultura de la calidad de los servicios”.
La apuesta de CiU en Barcelona choca frontalmente con las medidas que ha aplicado en otras administraciones al respecto del tratamiento del agua: en la polémica privatización de Aigües Ter Llobregat (ATLL) y la creación de una empresa mixta en el Área Metropolitana. ¿Se trata de un cambio de rumbo de la política convergente o de un nuevo capítulo de la guerra del agua que el partido mantiene con Agbar?
Fin de concesión
El concejal de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Joan Puigdollers, aprobó este lunes en comisión municipal la medida. La estrategia de CiU aprovecha el fin de la concesión de 20 años a la empresa Clavegueram de Barcelona, Societat Anònima (Clabsa) a final de este 2013. En vez de volver a licitar el concurso, el ejecutivo municipal creará una empresa de capital íntegramente público de nombre Barcelona Cicle de l’Aigua Societat Anònima (BCASA). No obstante, existen sospechas entre los trabajadores de que el Ayuntamiento decida externalizar algunos servicios.
La moribuna Clabsa está participada en el 54,1% por Agbar. El resto de capital lo completan FCC con el 20,33%; el 17,4% del Ayuntamiento y el 8,17% del Área Metropolitana de Barcelona. El Ayuntamiento estima que en 2012 la firma mixta facturó 27,8 millones de euros.
Justificación
En la intervención de Puigdollers el pasado lunes, el edil indicó que “es de interés público la implantación de un nuevo modelo, integrador, basado en una gestión directa, que unifique la gestión de todos los elementos y servicios incluidos en el Ciclo del Agua”.
Puigdollers aseguró que el cambio supone “una mejora de la organización y de la distribución de recursos” y que responde a los “principios de estabilidad presupuestaria y de sostenibilidad financiera aplicadas en las administraciones públicas”.
Votación
La propuesta de CiU contó con el apoyo de ERC. Por su parte, ICV votó en contra. El PSC y PP se abstuvieron. La socialista Assumpta Escarp hizo una enmienda al texto al considerar que el cambio de gestión obliga a devolver competencias al Área Metropolitana. Así, la empresa pública sólo se ocupará del tránsito del agua freática mientras que el organismo supramunicipal asumirá las competencia de distribución y depuración.
Por su parte, el concejal popular, Óscar Ramírez, mostró su sorpresa por el cambio de modelo e indicó que hasta ahora los resultados de la empresa mixta habían sido buenos.
‘Guerra del agua’
La propuesta de Trias es totalmente contraria a las acciones que el Govern de Artur Mas e incluso él mismo han realizado en los últimos meses. Mas ha adjudicado a Acciona la gestión de ATLL en un proceso polémico donde también intervenía Agbar. Se trata de una de las mayores privatizaciones de la historia de Catalunya por un importe de casi 1.000 millones de euros.
El contrato supone que la firma presidida por José Manuel Entrecanales se ocupe del servicio del agua en alta (es decir, desde su captación hasta los depósitos de los municipios). El proceso vive una tormenta de pleitos en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. La situación es tan rocambolesca que hasta un organismo de control interno de la Generalitat ha tumbado el contrato de Acciona.
Área Metropolitana
Por otro, el propio Trias ha pactado con el PSC la creación de una empresa mixta participada por Agbar para la gestión del agua en baja (de los depósitos de los municipios a las viviendas) en el Área Metropolitana de Barcelona. La concesión otorga a Agbar el 85% de las participaciones de esta empresa durante un periodo de 35 años.
El proceso también fue polémico y hubo varias enmiendas que finalmente fueron rechazadas.