El bachillerato internacional se expande en España en centros sin homologar

Los colegios que imparten estos estudios elitistas se quejan del intrusismo que prolifera en los últimos años

Pocos proyectos educativos pueden presumir de haber alcanzado el nivel de eficacia y prestigio del Bachillerato Internacional. Aquel reducido grupo de profesores de la International School of Geneva, que en 1968 idearon un programa de estudios específico para alumnos que tenían que desplazarse por varios países, no podía ni imaginar el grado de desarrollo e influencia internacional que ha alcanzado su idea educativa original. Incluso en España, un país refractario en los primeros años a esta fórmula, pero donde proliferan ahora centros dispuestos a impartir los estudios sin cumplir los estándares mínimos exigibles.

Por encima de los sistemas educativos de cada país, el Bachillerato Internacional ha creado uno propio que integra lo mejor de ellos, que es reconocido por su excelencia por las principales universidades del mundo como vía de acceso. Más de 3.500 colegios en 143 países, con más de un millón de alumnos en total, se benefician de este modelo educativo de máxima calidad.

Preparación universitaria

Aunque ofrece un ciclo formativo completo, desde primaria hasta preuniversitario, el Bachillerato Internacional es reconocido por las cualidades de su programa para el último ciclo escolar, previo al acceso universitario, según aseguran los pedagogos.

La clave de su planteamiento es el desarrollo de una actitud positiva ante el aprendizaje, el planteamiento constante de desafíos, la reflexión crítica, el aprender a investigar y el aprender a aprender.

Enseñar a pensar

En torno a este aprender a pensar y a reflexionar, que se aborda como una auténtica asignatura, se organiza el modelo lectivo. Una de sus características diferenciadoras es que los alumnos eligen sus disciplinas de entre seis ramas de conocimiento: lengua, lengua extranjera, ciencias, matemáticas, ciencias sociales y arte.

La redacción de una monografía sobre un tema de investigación de alguna de las asignaturas del curso y un sistema internacional de corrección de exámenes, completan el programa. Pero a decir de los defensores de este modelo, sus mayores activos son el desarrollo de una mentalidad internacional, el bilingüismo y la preocupación por el desarrollo de conocimiento y habilidades para convivir y trabajar con otros en un entorno internacional. Sus defensores señalan que esos son los logros acumulados por el Bachillerato Internacional en los años de experiencia acumulados.

Centros homologados

En España hay centros educativos nacionales con una fuerte implantación del inglés, y en su mayoría internacionales, homologados para impartir el Bachillerato Internacional desde hace años. Este recorrido es una tradición para ellos y está asentado en su programa educativo, con una preparación adecuada en los cursos previos.

De acuerdo con las opiniones de técnicos especializados, los alumnos inscritos en el programa se lo plantean como un reto, unas ganas de superación personal que les obligan a un mayor esfuerzo, a más horas lectivas, pero con la compensación de desarrollar un modelo de formación avanzada adecuada para las exigencias de un mundo globalizado.

Oferta de excelencia

La American School de Barcelona, Madrid y Bilbao, los colegios SEK, el Colegio San Patricio de Madrid, la Benjamin Franklin Internacional School de Barcelona, el Colegio Arenas de Gran Canaria, el Colegio Gaztelueta de Eguía (Guipúzcoa), el Colegio Peñacorada de Armunia (León), el Colegio Internacional Meres (Asturias), el Colegio Obradoiro (A Coruña) ofrecen el bachillerato de las élites como una oferta de excelencia.

Pero el éxito ha generado algunos inconvenientes. “A todo modelo de excelencia le amenazan siempre los que quieren aprovechar su prestigio en beneficio propio, sin tener ninguna de las herramientas que conducen a ella”, asegura el responsable de uno de los centros madrileños que imparten el programa.

En busca del prestigio y los ingresos

En los últimos años han surgido una serie de centros educativos que han utilizado el reclamo del prestigio del Bachillerato Internacional para atribuirse unas capacidades que nada tienen que ver con el modelo. Por presumir de prestigio en algunas ocasiones y en casi todas por obtener el máximo beneficio económico, una serie de centros incluyen programas del Bachillerato Internacional en su catálogo sin cumplir ninguno de los estándares de calidad que exige y certifica la organización International Baccalaureate (IB) y sus programas de estudios nada tienen que ver con los elementos diferenciadores del Bachillerato Internacional homologado.

Entre el desconocimiento de los padres y la inoperancia administrativa, estos centros están creciendo de forma lenta pero inexorable. “Suponen una amenaza cada vez más real para un modelo educativo de éxito, pero lleno de exigencias para los centros que los imparten y para los alumnos que los siguen”, aseguran desde los colegios tradicionales que abogan por mantener los niveles de calidad de esa tipología de bachillerato.

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