Freixenet multiplica beneficios con sus cavas y vinos españoles

La absorción de algunas de sus filiales por su plan de reorganización y el aumento de ventas tras la pandemia ha disparado los ingresos de la marca propia de la cavista hasta los 252 millones de euros

El consejero delegado de Freixenet, Pedro Ferrer, en una imagen de archivo. EFE/Quique Garcia

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Freixenet dejó atrás la pandemia ya en 2021, también en sus negocios en España. Los vinos y cavas comercializados bajo la marca Freixenet le reportaron a la compañía catalana unos beneficios de 11 millones de euros en 2021, cinco veces más que las ganancias obtenidas en 2020, según el informe de cuentas anuales depositado en el Registro Mercantil.

Los números negros fueron causados, básicamente, por un incremento muy significativo de las ventas de las bebidas comercializadas por la firma. Freixenet SA ingresó 252 millones de euros a lo largo de 2021, casi el doble de la cifra de negocio registrada el año anterior, marcado por los confinamientos y restricciones más severas contar el covid. Este dato también contrasta con la facturación generada en 2019, de 165 millones de euros.

En este sentido, más allá de la recuperación de las ventas tras la época más cruda de la pandemia, Freixenet ya le está sacando rédito a la absorción de alguna de sus filiales. Cuando en 2018 el grupo alemán Henkell adquirió el 50% del capital de Freixenet, la compañía inició un proceso de reestructuración societaria con el objetivo de poner orden y optimizar sus negocios.

A raíz de este plan, la compañía ha absorbido las sociedades CastellBlanch, Canals i Nubiola, Rigol y Rene Barbier, antiguas marcas incluidas dentro del Grupo Freixenet. Actualmente, ya forman parte de Freixenet SA, la principal empresa productora y comercializadora de vinos y cavas del grupo que elabora las bebidas de la marca homónima, entre otras. Desde el mes de abril de 2021, los negocios generados por estas empresas se incluyen en las cuentas de Freixenet, lo que explica este crecimiento tan elevado en su negocio, según confirman fuentes de la compañía.

Este incremento de ventas ha permitido a la cavista generar un colchón para hacer frente a los crecientes costes de producción. Aunque la guerra en Ucrania ha disparado los precios de la energía y de las materias primas, estos ya empezaron a crecer en la segunda mitad del año pasado. De hecho, los gastos en aprovisionamiento de materias primas de Freixenet se dispararon en 2021 hasta los 163 millones de euros, el doble que en 2020 y un 70% respecto al año previo a la pandemia.

Los costes ya subieron en 2021

Los costes de producción son una de las principales preocupaciones de la empresa con sede en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona). En el mismo documento, la compañía ya los detecta como uno de los principales retos a afrontar en 2022.

Pasado el cierre del ejercicio, la cavista puso en marcha una política de reducción de gastos, por lo que decidió congelar el 20% del presupuesto de marketing y el 25% del presupuesto de mantenimiento hasta el cuarto trimestre del año, a la espera de la evolución de las ventas y de las variables macroeconómicas. A demás, la empresa catalana decidió dotar el 50% de las facturas pendientes de cobrar en Ucrania y Rusia, tal como detalla el informe.

Además, el cultivo de su principal materia prima, la uva, está condicionada a la meteorología. De hecho, las altas temperaturas han adelantado la vendimia de este año. Freixenet mantiene que realizan “continuos esfuerzos conjuntos entre nuestros técnicos y proveedores al objeto de minimizar cualquier aspecto que pudiera afectar a la calidad de la materia prima, así como a las cantidades precisas para nuestras necesidades de producción”, según el documento.

El grupo bate récord

A nivel general de todo el grupo, incluyendo el total de sus filiales y los negocios de Henkell; la empresa batió récord de facturación en 2021. Cerró el año con ventas por valor de 1.326 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 11% respecto al ejercicio anterior gracias a su mercado de vinos espumosos.

La compañía asegura que las exportaciones fueron la principal fuente de sus ingresos, el 85%, superando la emblemática cifra de 107 millones de botellas de su marca. “La resiliencia de la marca al nivel mundial y la consolidación de los lanzamientos de nuevas líneas de espumosos en los últimos años y de vinos tranquilos bajo la marca Freixenet como Italian Still y Spanish Still, lo han hecho posible”, asegura el informe.

Las ventas también se auparon en el mercado doméstico respecto al 2020, pero la compañía noto, aún, el impacto de la pandemia en sus ingresos en restauración y hostelería por el cierre de los establecimientos, las limitaciones horarias y de aforo y el toque de queda decretados por el Gobierno central y por las Comunidades Autónomas. El descenso del número de turistas también fue un factor que hizo mella en el grupo.

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