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General Motors congela sus previsiones ante la escalada de la guerra comercial
La compañía estadounidense produce actualmente alrededor de 6 millones de vehículos al año a nivel mundial
Fabrica de General Motors
General Motors (GM) uno de los principales fabricantes de automóviles a nivel mundial, ha anunciado la suspensión de sus previsiones financieras para 2025 y la congelación de su programa de recompra de acciones, como respuesta directa a la creciente incertidumbre provocada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, intensificada por los recientes aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.
Durante el primer trimestre de 2025, registró un beneficio neto de 2.784 millones de dólares, lo que representa una caída del 6,6% respecto al mismo periodo del año anterior. Este descenso en las ganancias contrasta con el aumento del 2,3% en los ingresos, que alcanzaron los 44.020 millones de dólares, impulsados en parte por un adelanto en las compras de clientes ante el temor a futuras subidas de precios. A pesar de superar las estimaciones de los analistas en cuanto a beneficio por acción (2,78 dólares frente a los 2,74 previstos), las acciones de la empresa retrocedieron más de un 1,5% tras la apertura de Wall Street.
Impacto de los aranceles y la guerra comercial
La decisión de GM de retirar sus previsiones y pausar la recompra de acciones por un valor de 4.000 millones de dólares subraya la magnitud del impacto que la política comercial estadounidense está teniendo en el sector del automóvil.
El director financiero, Paul Jacobson, explicó que las proyecciones iniciales para 2025 no contemplaban los efectos de los nuevos aranceles, por lo que “no se puede confiar en las previsiones previas”. La compañía ha pospuesto hasta el 1 de mayo la conferencia con analistas en la que se esperaba una actualización de sus perspectivas, a la espera de mayor claridad sobre el alcance de las medidas arancelarias.
La CEO de GM, Mary Barra, ha calificado la situación de “carrera hacia el abismo”, advirtiendo que la fragmentación de las cadenas de suministro, especialmente aquellas con origen en China, puede derivar en escasez de componentes y un incremento significativo de los costes de producción.
Los aranceles recíprocos impuestos entre ambos países han generado un entorno de volatilidad que dificulta la planificación a medio y largo plazo, tanto para GM como para el resto de la industria. La retirada de las previsiones y la suspensión de la recompra de acciones envían una señal de prudencia a los mercados, reflejando la dificultad de anticipar el impacto total de la guerra comercial en los resultados.
La multinacional había anunciado en enero una previsión de beneficios netos de entre 11.200 y 12.500 millones de dólares para 2025, pero la dirección considera que estas cifras ya no son realistas en el contexto actual.
El volumen de fabricación del gigante automovilístico estadounidense se distribuye principalmente entre Estados Unidos y China, sus dos mercados más relevantes. En China, la compañía es el fabricante extranjero con mayor presencia, alcanzando aproximadamente el 12,5% de cuota de mercado y fabricando la mayoría de sus unidades localmente a través de sus empresas conjuntas, como SAIC-GM-Wuling.