Los centros de formación se movilizan contra los comerciantes catalanes

Las escuelas constituyen una plataforma de afectados e iniciarán las acciones el lunes ante la sede de Foment y de la propia Confederació de Comerç de Catalunya

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Los centros de formación damnificados por la crisis de la Confederació de Comerç de Catalunya (CCC) inician las movilizaciones. Casi una veintena de centros se han organizado en una plataforma de afectados y han decidido dar a conocer su problema: una deuda de 1,6 millones de euros de la patronal. Y empezará bien pronto, el próximo lunes.
 
Hace dos semanas, por iniciativa de dos escuelas, empezaron a moverse con el fin de conocerse, reunirse y estudiar acciones conjuntas a emprender, como avanzó Economía Digital. Esta semana, el pasado jueves, se reunieron finalmente 17 centros de formación. No son todos los afectados –en total son 63–, pero acumulan buena parte de la deuda, más de un millón de euros.    

Un dinero muy difícil de recuperar  

Los centros saben que tienen difícil recuperar el dinero. En la reunión del jueves, el abogado que les lleva el caso les puso ante la dura realidad: con las cuentas de la Confederació, que, como destapó este medio, tiene un agujero patrimonial de 2,6 millones de euros, y estando en preconcurso de acreedores, no vale la pena por ahora ir por la vía judicial. Por ello, han optado por hacer ruido. «El derecho a la pataleta sí que no nos lo puede quitar nadie», explica un portavoz de los centros.

De momento, la plataforma de afectados la conforman 17 centros, pero se han puesto en contacto con el resto para que, aunque su deuda es menor, se sumen a sus movilizaciones, que se inician el lunes. La primera será una concentración ante la sede de Foment del Treball, donde tiene sus oficinas la CCC, para hacer visible su problemática.  

Que la presidenta les escuche

A pesar de que fue bajo la dirección de Miquel Àngel Fraile, ex secretario general de la patronal, cuando fue acumulando la deuda con las escuelas, la presidenta, Maria Rosa Eritja, no les ha escuchado. Y eso es lo que quieren, que les escuchen de una vez. Eritja aseguró hace una semana que trabajaba para resolver este problema –entre otros– de la patronal, pero los centros que han intentado contactar con ella han tenido nulo o escaso éxito.  

El lunes tendrán una oportunidad de dejarse oír, ya que la junta de la CCC se reúne para tomar decisiones sobre el futuro de la organización. Según avanzó la propia Eritja, podrían tomarse acciones legales contra Fraile, quien, como destapó Economía Digital y confirmó la presidenta de la CCC, presentó unas cuentas que no se ajustaban a la realidad, como muestran las memorias presentadas por Fraile [pinche aquí para el documento] en comparación con las auditorías [pinche aquí para el documento].

Actualmente, la Confederació está en preconcurso de acreedores. Si desemboca en concurso, los centros tendrán que acudir a él y, previsiblemente, aceptar una quita muy importante. La situación tampoco mejoraría sí la CCC va a la liquidación. Con un patrimonio negativo de 2,6 millones, una deuda de 3,7 millones y unos activos de sólo 1,1 millones, el sacrificio que tendrán que hacer los acreedores se adivina colosal. La patronal ni siquiera cuenta con una sede con la que sanear sus cuentas mediante una venta.  

Centros pequeños que están en dificultades

La CCC debe dinero a centros de toda Cataluña: Barcelona, Esplugues de Llobregat, Vilafranca del Penedès, Calella, Lleida, Blanes, etc. Por ejemplo al centro Bit’s, de Granollers, le deben más de 50.000 euros, de los cuales más de lo mitad corresponden a depósitos de garantía de cursos hechos entre 2004 y 2015, y unos 22.000 a cursos hechos el año pasado y no cobrados. «Yo he hecho los cursos y he pagado el IVA pero no he cobrado», se lamenta Maria Calvó, directora del centro.

Como ella están otros 60 centros que, como en su caso, son pequeñas empresas que dependen mucho de muy pocas organizaciones y a las que les deben 30.000, 50.000 y hasta en algunos casos, más de 100.000 euros. Por ello, la crisis de la CCC les ha dejado en una situación muy difícil. De hecho, algunos centros ya no existen: han desaparecido después de perder las acciones formativas de la CCC y por el retraso en las convocatorias de la Formación Tripartita de este año, a causa de la falta de Gobierno.

Una deuda millonaria

En total, la deuda de la Confederació con los 63 centros a los que debe dinero es de 1,6 millones de euros, como explicó este medio. De estos millones, 236.000 euros son por formación realizada y no pagada en los años 2015 y 2016; 38.367 euros son cursos no pagados a 21 profesores, mientras el gran montante, 1,3 millones, es por los depósitos de garantía que Fraile exigía a las escuelas.

La patronal obligaba a las escuelas que trabajaban para ellas a pagar un porcentaje, de entre el 5% y el 25%, como garantía. El motivo era cubrirse las espaldas ante la posible detección de alguna irregularidad en la fase de inspección del curso, lo que podría suponer la devolución de una parte de los fondos.  

La CCC se comprometía a devolver el dinero en cuanto tuviera la liquidación definitiva y se agotaran las vías administrativas y judiciales, como se puede leer en este documento. Sin embargo, todavía retiene dinero de cursos de la Fundación Tripartita hechos en 2004 y del Consorci de la Formació Contínua de Catalunya de 2008 y 2009, cuando según el Govern los expedientes ya están cerrados.

Xavier Alegret

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp