Movistar+ aleja a la ACB de la quiebra

La exclusividad de Movistar+ en las retransmisiones eleva los ingresos por los derechos televisivos y maquilla el desequilibrio financiero de la competición

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Los triples de Luka Doncic o las bombas de Juan Carlos Navarro sostienen el interés del aficionado por la Liga ACB. La liga española de baloncesto todavía mantiene el cartel en el Viejo Continente, y los patrocinadores lo saben: en la temporada 2016/2017 los ingresos gracias a acuerdos comerciales crecieron más del 15% y aliviaron los desequilibrios contables de la competición.

La compañía que gestiona los ingresos del baloncesto español elevó la cifra de negocios desde los 24 millones de euros hasta los 28,4 millones. El salto se debió principalmente a la venta de los derechos de televisión a Movistar+, que la pasada campaña pasó a disfrutar de la exclusiva en las retransmisiones mientras que el ejercicio anterior los había compartido.

De este modo, los permisos televisivos de la liga en España supusieron unos ingresos de 7,4 millones frente a los 4,9 millones del año previo. A nivel internacional, cayeron ligeramente al saltar de los 1,1 millones a los 1 millones.

Los ingresos por el patrocinio de Endesa subieron de los 5,5 a los 6 millones de euros

Mientras, la cesión de los derechos del nombre de la competición también elevó sus prestaciones. Cedidos a Endesa hasta el año 2021, la partida subió desde los 5,5 millones de euros a los 6 millones. Los ingresos por el resto de patrocinios se mantuvieron estancadas y apenas se elevaron desde los 10,4 millones hasta los 10,5 millones.

A pesar del incremento, la sociedad gestora de los patrocinios de la ACB cerró la temporada 2016/2017 con unos beneficios de apenas 35.000 euros frente a los 49.000 de la campaña 2015/2016. Los gastos subieron a la misma velocidad y hubo que arreglar el desequilibro financiero de la firma.

Las dificultades de la ACB

A pesar de recuperar la normalidad año a año, la sombra del concurso de acreedores planea sobre la competición. El balance de la empresa desvela un fondo de maniobra negativo de 1,6 millones de euros, un indicador que revela la posibilidad de que existan tensiones en la tesorería. «La sociedad financió inversión en inmovilizado intangible con recursos generados por sus actividades», admite en sus cuentas.

No obstante, el incremento de los ingresos ayuda a mitigar el desequilibrio y aleja los fantasmas de la quiebra: en junio de 2016, el agujero era de 2,6 millones de euros. Además, la ACB recuerda: «contamos con pólizas de crédito que podrían dar cobertura a futuras tensiones».

 

 

Carles Huguet

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