Sánchez desilusiona con el PERTE de la construcción industrializada: solo 5.000 viviendas más al año a partir de 2030
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Foto: Gustavo Valiente / Europa Press 24/4/2025
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado el PERTE de la construcción industrializada con una ambición clara: transformar la manera de construir en España y, con ello, garantizar el acceso a una vivienda digna. Sin embargo, pese al tono grandilocuente del anuncio, las cifras ofrecidas rebajan notablemente las expectativas: el plan prevé añadir apenas 5.000 viviendas adicionales al año a partir de 2030.
El objetivo a largo plazo es alcanzar las 20.000 viviendas industrializadas anuales en la próxima década. Actualmente, se construyen unas 15.000 por este método. Esta es una meta modesta si se la compara con el desafío habitacional al que se enfrenta España.
El PERTE pivota sobre tres ejes fundamentales: aumentar la capacidad productiva del sector, fomentar la eficiencia y la digitalización y atraer talento y reforzar la seguridad y la igualdad de género en el empleo. Todo ello con un modelo de colaboración público-privada que incluye 4.000 millones de euros en créditos ICO y la transferencia de dos millones de metros cuadrados a la nueva Empresa Pública de Vivienda.
Sánchez ha defendido el PERTE como «una apuesta de país» que situará a España «a la vanguardia de la industrialización de la edificación en Europa». El proyecto contará con una inversión de 1.300 millones de euros a lo largo de diez años y tendrá como epicentro la Comunidad Valenciana, donde se ubicará la futura «ciudad de la industrialización de la construcción», un nodo logístico y formativo impulsado desde el Puerto de Valencia en terrenos propiedad del Sepes.
En su intervención durante Rebuild 2025, la feria de la construcción celebrada del 23 al 25 de abril en Madrid, el presidente ha subrayado que el modelo constructivo tradicional es ineficiente y lento, y ha planteado un nuevo paradigma basado en la tecnología, la digitalización y la sostenibilidad. «Queremos construir más, mejor y más rápido», ha afirmado. El nuevo enfoque promete reducir entre un 20% y un 60% los tiempos de edificación y abaratar los precios de la vivienda para la clase media.
Además del componente tecnológico, el PERTE también se apoya en la mejora del empleo: trabajo en fábrica, más seguro, con mayor presencia femenina y mejores condiciones laborales. Sánchez ha afirmado que el proyecto busca dignificar la profesión y atraer talento joven y femenino al sector. «Del mismo modo que hemos devuelto el prestigio a la formación profesional, se va a prestigiar la construcción», ha explicado.
Sánchez y el PERTE, estrategia de país
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha calificado el proyecto como «una estrategia de país» y lo enmarcó en el esfuerzo por consolidar el quinto pilar del Estado del bienestar: la vivienda. Rodríguez ha reivindicado el papel de la industrialización para avanzar hacia un parque público más amplio, sostenible y de calidad, destacando que ya se han licitado 2.000 millones de euros en vivienda pública durante 2024.
Aun así, el propio Sánchez ha reconocido el retraso de España en esta materia, situando al país «a años luz» de referentes como Alemania o Reino Unido. El plan, en ese sentido, nace como una apuesta decidida, pero también como un reconocimiento de los márgenes de mejora existentes.
El reto sigue siendo mayúsculo. Aunque se construyen más viviendas que hogares, según Sánchez, unas 127.000 al año, la demanda acumulada y los problemas de acceso siguen haciendo de la vivienda un derecho aún inalcanzable para muchos ciudadanos. Con el PERTE de la construcción industrializada, el Gobierno busca tender puentes hacia una solución estructural.
