Bolsas: una tormenta perfecta desde Europa a EEUU, pasando por Asia

Grecia, Portugal, Italia, España… El drama de los países periféricos europeos sólo oculta en parte los graves problemas que en todo el mundo ponen las bolsas al pie de los caballos

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Los árboles de Europa ocultan gran parte del bosque que pasando por Asia y Estados Unidos está provocando una tormenta perfecta en las bolsas. El ascenso hasta niveles inaceptables de las primas de riesgo de dos pesos pesados del Viejo Continente como Italia o España es la punta de un iceberg global con problemas crecientes en las dos primeras economías del mundo. Estados Unidos combate contra las limitaciones para emitir deuda que pueden poner en peligro su ráting triple A, mientras que China se muestra cada vez más impotente para hacer frente a la inflación.

Los analistas y expertos creen que el verano bursátil va a ser muy difícil, sobre todo porque no se atisban en el horizonte buenas noticias capaces de reactivar los mercados. En plena caída de las cotizaciones y de los precios de los bonos, estos son los elementos claves para entender hacia donde van las bolsas.

-La recuperación que no llega. Los decepcionantes datos de empleo de junio en Estados Unidos conocidos el pasado viernes fueron un mazazo en el corazón de los mercados. Los inversores empiezan a admitir que el ritmo de recuperación de las grandes economías mundiales ha bajado. Y también lo hacen las grandes instituciones.

El lunes se conoció el índice compuesto de indicadores líderes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de mayo. El veredicto es que las grandes economías mundiales se han desacelerado. Esta marcha atrás está confirmada en la Eurozona o Canadá, y tiene “carácter tentativo» en EEUU, Japón y Rusia.

-El drama de Grecia.
La aprobación por el parlamento heleno de las medidas de ajuste necesarias para desbloquear las ayudas al país ha sido sólo un parche. Los líderes europeos debatieron el lunes de forma extraordinaria sobre el cómo y el cuándo del rescate del país, mientras las cifras se empeñan en demostrar que el drama griego tiene una muy difícil solución.

Eso dice el déficit presupuestario del país, que en el primer semestre del año se ha saltado todos los límites. Ha alcanzado los 12.781 millones de euros, un 23,2% más del objetivo previsto. El desplome de la recaudación está detrás de unas cifras que alimentan la teoría de que el default de Grecia es inevitable.

-Italia, ¿peor que España? El país transalpino se ha convertido en el foco de atención número uno. Los ataques a la bolsa y los bonos italianos son la respuesta a la timidez del gobierno Berlusconi a la hora de hacer frente a los graves desequilibrios económicos del país. El rescate de la tercera economía europea podría rondar el billón de euros, una cifra sencillamente inasumible para la Europa de la Moneda Única.

Según JP Morgan, la economía italiana se debilita a más velocidad que la española. El banco estadounidense asegura incluso que «la economía española está aguantando mejor la desaceleración que experimentan muchas economías mundiales, entre ellas buena parte de la zona euro». El otro gran problema de Italia es la debilidad de su sistema financiero. El mercado especula con la posibilidad de que los bancos del país necesiten grandes sumas para alcanzar los niveles de capitalización necesarios. De momento, están siendo duramente castigados en bolsa a la espera de las pruebas de resistencia que se conocerán este viernes y que han convertido a los bancos europeos en el blanco favorito de los especuladores.

-Las incógnitas de EEUU y China. Las dos mayores economías mundiales son dos grandes focos de incertidumbre, aunque por razones bien distintas. La estadounidense, porque hay muchas posibilidades de que el debate para elevar el techo de gasto sea duro y se alargue en el tiempo. Bankinter cree que “el principal problema, que puede causar mucho daño al mercado, es la posibilidad de que los republicanos presionen hasta incluso entrado agosto, lo que pondría las finanzas americanas contra las cuerdas y a las bolsas frente a un escenario para el que no están preparadas”. El gran problema es que la primera economía del mundo podría perder su inmaculado ráting triple A si tiene problemas puntuales de solvencia. Una amenaza que ya han dejado caer las principales agencia de calificación.

En el caso de China, el fantasma se llama inflación. En junio, los precios se dispararon un 6,4% en tasa interanual, con una subida superior al 14% en el caso de los alimentos. El gigante amarillo tendrá que hacer encaje de bolillos para enfriar la economía doméstica, pero no tanto como para poner en peligro su papel de gran animador de las economías mundiales.

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