La triple subida del euríbor da una tregua a la banca española

El indicador hipotecario va camino de encarecer en junio por tercer mes consecutivo las hipotecas, lo que es un pequeño alivio para los ingresos del sector

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A falta de quince días para que los bancos y las empresas cierren el que tiene muchas cartas para convertirse en uno de los peores trimestres de la historia moderna, a los primeros les ha surgido un inesperado aliado. Si el euríbor no profundiza en lo que queda de mes las caídas de los últimos días, por tercer mes consecutivo, cerrará por encima de los niveles del año pasado; lo que aumentará los ingresos de la banca, que cobrarán más intereses por las créditos ligados a este índice -en gran medida hipotecarios- a lo largo de los próximos meses.

Hasta el martes, el euríbor diario cotizaba de media mensual en el -0,118%. De acuerdo el Banco de España, en junio de 2019 cerró en el en -0,19%. Sin la pandemia del coronavirus, este giro habría dado una alegría al sector, que lleva ya varios años soportando tipos negativos, con la consiguiente pérdida de rentabilidad. Todos los grandes bancos españoles –Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banco Sabadell, Bankia, Unicaja y Liberbank– se beneficiarán.

En los últimos ocho años, la banca solo ha disfrutado de tres periodos en los que ha sumado al menos cuatro meses consecutivos de subida del euríbor. Entre marzo y junio de 2014; entre septiembre y noviembre de 2018 y entre enero y mayo de 2019. En el resto de periodos el indicador ha acumulado descensos, que han aliviado la carga de intereses de los hipotecados, pero que han ido en contra de la cuenta de resultados del sector.

El ascenso del euríbor en los últimos meses coincide con un contexto que, a pesar de la crisis, el cobro de intereses se ha preservado. Excepto en la moratoria obligatoria impuesta por el estado de alarma, las ofertas que de forma voluntaria han lanzado las entidades financieras consisten en posponer el pago del principal del crédito (el capital que se va amortizando), pero no los intereses, por lo que lo lógico es que se sigan cobrando, a menos que los hipotecados vayan cayendo en morosidad.

Por el momento, se descarta que este año se vaya a ver el pico en impagos. Las moratorias aprobadas en créditos para la compra de vivienda, así como los que firmados con avales del ICO, en muchos casos ofrecen periodos de carencia, retrasarán el grueso de la morosidad -si se produce- al menos a 2021.  

La actividad hipotecaria cae un 47% en abril respecto a febrero

La tregua del euríbor, sin embargo, no pilla a la banca en un momento de crecimiento de la cartera hipotecaria. El volumen de crédito vivo para la adquisición de vivienda cayó en unos 1.200 millones entre marzo y abril, por el efecto de las amortizaciones y ante el desplome de las nuevas contrataciones.

Según datos del Banco de España, el importe de las nuevas hipotecas cayó a 1.902 millones en abril; un mes donde el cierre económico fue total. Esta cifra es un 47% inferior a la de febrero (3.570 millones) y un 36% a la de marzo (2.981 millones).

En los últimos quince años, solamente se han registrado once mese peores que abril de 2020 y cuatro de ellos han sido agostos (2014, 2013, 2012 y 2016). El mínimo en dicho periodo (y también desde que recoge la estadística, que arranca en 2003) se marcó en el primero de ellos, cuando el volumen de hipotecas fue de 1.250 millones.

 

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