Sánchez pone en riesgo su crédito con Moody’s un mes después del 26-M

La agencia de calificación pone fin a la tregua dada a finales de mayo y advierte de una revisión a peor del rating si España eleva su endeudamiento

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La tregua dada por Moody’s al gobierno de Pedro Sánchez durante el largo periodo electoral ha terminado. La agencia de califición crediticia, que eludió revisar la nota en plena carrera electoral hacia el 26-M (mantuvo sin cambios la calificación en su revisión del 24 de mayo) ha vuelto este lunes a ponerle deberes al ejecutivo socialista.

A Moody’s le preocupa especialmente el mercado laboral español. «Un mercado segmentado y con baja productividad, unido a la baja capacidad de innovación se presentan como los retos clave para el rating de España», recoge en su informe la calificadora, que insiste, además, en el elevado endeudamiento de la economía española.

«El rating puede estar presionado si las métricas fiscales empeoran otra vez y la lenta reducción del endeudamiento se revierte», apuntan desde la agencia. Dar marcha atrás en la reforma laboral aprobada por el PP tampoco sería positivo para la nota de crédito española, según los analistas de la firma norteamericana.

La agencia reconoce que aunque España ha dado pasos adelante en la reducción del déficit, su salud fiscal es vulnerable a una futura ralentización de la economía, ya que parte de al contracción se ha sostenido sobre un incremento de la recaudación fiscal generada por el propio crecimiento económico y la política de bajos tipos de interés aprobada por el Banco Central Europeo (BCE).

No obstante, Moody’s también reconoce que existen algunos factores que podrían impulsar una mejora de la nota de crédito. Por ejemplo, que la economía siga creciendo de forma robusta, incluso en el entorno de una ralentización en Europa, lo que indicaría «una resistencia más fuerte de la que habíamos previsto», apostillan.

Moody’s también indica a Sánchez qué caminos adoptar para continuar reforzando la nota de España: persistir en la consolidación fiscal (reducción del déficit) y centrarse en las reformas estructurales que aseguren el potencial de crecimiento económico en medio del envejecimiento de la población. 

Cataluña, otro motivo de preocupación

De forma secundaria, Moody’s también se muestra preocupado ante la posibilidad de que regresen las tensiones secesionistas en Cataluña. «Aunque parece poco probable,  un riesgo material de que Cataluña salga de España también sería negativo para el rating español, dado el importante peso de la región en la economía española», apuntan desde la agencia.  

En la actualidad, Moody’s mantiene una calificación crediticia para España de Baa1 y de Ba3 para la comunidad autónoma catalana.

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