Hijos de Rivera inyecta tres millones en las bodegas que compró al presidente del Celta

La compañía ha realizado una ampliación de capital en el grupo Grandes Pagos Gallegos de Viticultura Tradicional que cuenta con José María Rivera Trallero como presidente

Bodega Ponte da Boga de Corporación Hijos de Rivera

Bodega Ponte da Boga de Corporación Hijos de Rivera

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Corporación Hijos de Rivera refuerza su apuesta por el sector del vino. La compañía que produce y comercializa Estrella Galicia, ha realizado una ampliación de capital de 3 millones en el grupo bodeguero Grandes Pagos Gallegos de Viticultura Tradicional que compró a principios de febrero al presidente del R.C. Celta de Vigo, Carlos Mouriño

Así figura en el Registro Mercantil, en el que también se recoge el nombramiento de José María Rivera Trallero como presidente del grupo. Por el momento, desde la compañía rechazan hacer declaraciones sobre esta operación.

La de Hijos de Rivera no es la primera ampliación de capital realizada sobre Grandes Pagos Gallegos de Viticultura Tradicional, aunque sí la de mayor importe. La sociedad inició su actividad en 2013 con un capital social de 790.000 euros. En los seis años siguientes se realizaron dos ampliaciones: una por valor de 460.000 euros (2014) y otra de 2,9 millones (2019). A ellas se sumaron otras dos,  una en 2020 –de 663.600 euros– y otra a principios del año pasado (90.300 euros). 

Con la adquisición del grupo, la dueña de Estrella Galicia amplía su actividad vitivinícola con tres nuevas denominaciones de origen: Rías Baixas, Ribeiro y Monterrei. La irrupción en el sector de Hijos de Rivera se produjo en el 2006 con la compra de la bodega Ponte da Boga, la más antigua de la Ribeira Sacra, situada al pie de Castro Caldelas. 

Bodegas en Pontevedra y Ourense 

Grandes Pagos Gallegos inició su andadura con la compra de la Quinta Couselo en Rosal, finca del siglo XII bañada por el último afluente del Miño –el río Tamuxe– que pertenece a la Denominación de Origen Rías Baixas. 

A continuación se incorporó al grupo la Finca Viñoa, situada en una ladera del Valle del Avia, territorio de Ribeiro, que pasaría a constituir un proyecto común con el Pazo Casanova tras su adquisición en 2015. La última en incorporarse fue Fraga de Corvo (2016), que pertenece a la DO Monterrei.

Con unos activos que se incrementaron de los 6,5 millones a casi 7,2 y un patrimonio neto de 4,9 millones, Grandes Pagos Gallegos finalizó el 2021, último ejercicio del que hay datos disponibles, con un beneficio neto de 1.325,91 euros, casi el mismo que el año de la pandemia.

El resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, alcanzó los 41.592,77 euros. Los ingresos del grupo alcanzaron los 2,1 millones frente a los 1,7 conseguidos en 2020.

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