Portugal recortará todavía más en sanidad y educación

La decisión del Constitucional lleva a Passos Coelho a incidir en un camino que no tiene final

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La situación en los países periféricos de la zona euro es la siguiente: se aplican los recortes para reducir el déficit como marca la Comisión Europea. Pero esos recortes provocan el desplome de la demanda interna y de la inversión. Los países entran en recesión, los ingresos caen, y es preciso aplicar nuevos recortes.
 
En Portugal, el alumno más aplicado hasta ahora de los principios que dicta Alemania, la situación es crítica. La decisión del Tribunal Constitucional portugués, en contra de la supresión de las pagas extras a los funcionarios y de otras medidas restrictivas, ha dejado al Gobierno sin casi unos mil millones de euros. ¿Solución? Nuevas medidas para recortar dinero, en sanidad y en educación, como ha anunciado el primer ministro Pedro Passos Coelho.

Reducción de prestaciones

Con todo el país pendiente de su alocución, después de que se entrevistara con el presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, el primer ministro luso, en una intervención televisada ha ofrecido la nueva medicina: el Gobierno reducirá los gastos en educación, sanidad, en prestaciones de Seguridad Social y en empresas públicas, entre ellas las del metro y los autobuses.

Passos Coelho ha querido justificar la decisión con una expresión que ya está siendo utilizada con demasiada asiduidad. Como hiciera el presidente de la Generalitat esta semana, Artur Mas, al señalar que Catalunya sufre una situación “de emergencia”, el primer ministro portugués ha señalado que Portugal vive “una emergencia nacional”.

Evitar un nuevo rescate

El mandatario portugués, que entiende que puede seguir al frente del Gobierno, después de obtener la luz verde de Cavaco Silva, ha asegurado que quiere cumplir los compromisos adoptados con la troica. Y, frente a otras opciones, ha afirmado que no piensa subir los impuestos. La salida, por tanto, es la de gastar menos. “Tenemos que evitar un nuevo rescate, y la alternativa a no cumplir con nuestros socios es precisamente esa, la de pedir una nueva ayuda”, ha sentenciado.

Una de las cuestiones pendientes, tal vez la única, es que Portugal se adapte a un cambio interno como país. Y, precisamente, es lo que ha apuntado Passos Coelho, al señalar “una aceleración de la reestructuración del Estado”, que adelgazará las estructuras públicas de Portugal. 

Negociación frustrada

Precisamente, el gobierno portugués tenía pensado negociar con las autoridades europeas un mayor margen de tiempo para pagar la deuda del rescate, en la reunión de este miércoles del Eurogrupo. Pero la decisión del Tribunal Constitucional, que ha dejado en el camino el ahorro de unos mil millones de euros, ha desbaratado todos los planes. En cualquier caso, y por el momento, no se plantea una quita.

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