La patrimonial de la familia Fradera gana 23 millones

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Marchan satisfactoriamente las inversiones ladrilleras de la familia Fradera, ex accionista de la cementera Uniland. Parte del fortunón que esta saga barcelonesa se embolsó por la venta de la compañía, lo aplicó a una sociedad de cartera titulada Lumbier de Inversiones. Ésta ejerce de holding del grupo y posee participaciones en varias compañías inmobiliarias de Barcelona.

Las magnitudes económicas de Lumbier son deslumbrantes. El balance consolidado, que incluye sus cinco subsidiarias nacionales y extranjeras, arroja un activo de 233 millones de euros. Los inmuebles están valorados en casi 90 millones. Las inversiones financieras y la tesorería líquida ascienden a 130 millones. Todo ello se refleja en unos imponentes recursos propios de casi 200 millones.

Lumbier ingresó el año pasado 40 millones y declaró un beneficio neto de 23 millones. La firma está presidida por Pablo Güell Fradera; es vicepresidenta Victoria Pérez-Portabella Fradera; y consejero delegado, Alejandro Arenas Fradera.

Las familias Fradera y Rumeu vendieron Uniland en varias tandas a partir de 2006, por un total de 1.900 millones de euros. En los últimos tiempos, los Fradera abandonaron el mercado inmobiliario español debido a los problemas del sector y centraron su atención en los bienes raíces de Alemania, donde actúan por medio de dos sociedades filiales instaladas en ese país.

 

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