BBVA mengua un 38% los beneficios en España por el ladrillo

El lastre del sector inmobiliario no deja de aumentar en el balance del BBVA, y se deja sentir sobre el margen neto y los beneficios obtenidos en España por el grupo presidido por Francisco González.

Es cierto que la exposición crediticia al sector se mantiene controlada, con una mínima tendencia a la baja, gracias a la estrategia seguida de anular el crédito para segunda residencia y financiar la compra a particulares solo con un ‘loan to value’ (LTV) superior al 80% y con garantías o avales adicionales, pero también lo es que en los nueve primeros meses de 2011, ese margen neto, en buena medida por las provisiones necesarias para cubrir pérdidas de nuevos activos, se ha reducido un 17,2%, hasta 2.806 millones, y el beneficio registra una caída superior al 38%, de 1.881 a 1.362 millones de euros.

Son 519 millones menos los obtenidos. Cifra prácticamente coincidente con las provisiones que se han tenido que aportar para cubrir esas futuras pérdidas por nuevos adjudicados entre enero y septiembre, casi en su totalidad procedentes del sector inmobiliario.

Como consecuencia de los impagos realizados por los promotores inmobiliarios de los créditos otorgados para financiar la construcción de las obras, el BBVA ha tenido que sumar, vía dación o directamente por la ejecución de la garantía, bloques de viviendas, terminados o en construcción por un valor de 1.041 millones de euros, contabilizando ya 4.300 millones de euros, cubiertos con 1.407 millones ante eventuales pérdidas del 33%.

Y lo mismo sucede con los miles de pisos embargados a los compradores que tampoco han pedido hacer frente a la amortización de las cuotas del crédito hipotecario. Aquí, el tema empieza a resultar preocupante. En nueve meses, las nuevas viviendas asumidas se han incrementado casi un 50%, de los 875 millones contabilizados en diciembre de 2010 a los 1.306 registrados hasta septiembre (unas 11.500 viviendas). En este caso, el aumento de la cobertura en tres puntos ha supuesto incrementar un 72% la cantidad provisionada, de 193 a 333 millones de euros.

A las promociones y las viviendas habría que sumar otros activos, cuyo desglose no efectúa el BBVA, pero entre los que se encontrarían suelos, urbanizados o sin urbanizar, y otros inmuebles, además de instrumentos de capital ajenos al ladrillo. Este resto de activos aumentan de 659 a 1.026 millones, y, en este caso, su cobertura se ha reducido en 22 puntos.

Respecto a la exposición crediticia del sector inmobiliario, el BBVA la ha rebajado un 1,35%, hasta los 15.256 millones de euros, manteniéndose estables los problemáticos (dudosos y subestándar), en torno a los 6.000 millones, cubiertos al 26%.

De momento, aquí la situación está controlada, ya que el valor de las garantías, con tasaciones actualizadas, se eleva a casi 21.500 millones, lo que supone mantener un LTV medio del 71%. Además, aplicando los coeficientes regulatorios impuestos en 2010 por el Banco de España, adicionalmente existen provisiones específicas y genéricas que suponen el 26% del conjunto de saldos dudosos y subestándar y el 61% de la base provisionable por exceso del valor sobre las garantías.