Lo de la OPA importa a muchos, lo de la amnistía solo a los que afecta
El caso del freno del gobierno a la OPA del BBVA sobre el Sabadell es un ejemplo más de empezar la casa por el tejado
No es la primera vez que se llega a una conclusión y luego se construye el argumentario. El caso del freno del gobierno a la OPA del BBVA sobre el Sabadell es un ejemplo más de empezar la casa por el tejado.
La semana ha tenido acento catalán, con permiso de la OTAN y la corrupción: empezó con el acuerdo del Consejo de Ministros blindando al Sabadell y continuó con la resolución del Tribunal Constitucional sobre la amnistía. El primer tema era fundamental para los intereses de las patronales y otros apoyos clave para Illa y Sánchez, lo segundo solo interesaba en el mundo político.
En realidad, no está claro que la verdadera conveniencia de las empresas catalanas y de sus representantes fuera que la OPA fracasara, pero, en todo caso, así lo percibían dichas organizaciones y, al saber públicamente lo que ya sabían en privado, lo celebraron a lo grande.
El Sabadell ganó tres años. Uno de los argumentos fundamentales del gobierno para bloquear la fusión ha sido proteger el crédito que se da a las pymes. Fue Reagan quien dijo: “huya Vd. de quien le diga: soy del gobierno y estoy aquí para ayudarle”. Que un gobierno que cruje a las pymes a impuestos, incrementa un día sí y otro también los costes laborales y no para de crear nuevas exigencias, se escude en las PYMES para dar satisfacción a las exigencias de sus socios políticos independentistas catalanes y sus resortes sociales suena a broma macabra. En realidad, la motivación es falsa porque el BBVA ya había dado garantías sobre este a requerimiento de la CNMC.
El gobierno ha puesto exigencias propias de un socialismo cubano y alejadas de la realidad como, por ejemplo, que las líneas de crédito, si hubiera una fusión, deberían mantenerse tres años prorrogables a otros dos, pero ¿Y si la empresa empeora su rating? ¿Y si se vende? ¿Qué debe hacer el banco?
El gobierno ha puesto exigencias propias de un socialismo cubano y alejadas de la realidad
El motivo más creíble aportado por el gobierno es el que tiene que ver con la Seguridad Social. Según el informe aprobado por el Consejo de Ministros, la fusión implicaría pérdidas de empleo y eso aumentaría los costes de la SS.SS en prestaciones. El gobierno al decir eso tiene una doble moral y la pregunta podría ser ¿Por qué le preocupa al gobierno los costes para la seguridad social del posible cierre de oficinas bancarias, pero no los costes derivados del cierre de una central nuclear?
Otro de los argumentos nada convincentes es el tema del recorte de la actividad de las fundaciones, que el informe valoró en 28 millones de euros. Olvida el informe que mucha de la actividad de esas fundaciones es en el País Vasco o Alicante, donde hace tres días tenía su sede el Sabadell, y además el volumen de inversiones de las fundaciones dependen del tamaño de la entidad a la que están inculcadas.
Sánchez Llibre, presidente de la patronal catalana, da por amortizada la OPA e Illa cree que ha actuado en aras del interés general. El Sabadell tiene prisa en cerrar la carpeta de la OPA cuanto antes, el 24 de julio presentará su nuevo plan estratégico. Ojo a aquel que se ampara en la intervención del estado para ganar una batalla, mañana ese mismo Estado intervencionista puede volverse en su contra y actuar contra sus intereses. El Sabadell juega una doble partida, por un lado, acepta la ayuda gubernamental y pacta con el gobierno su regreso a Cataluña a cambio de evitar la OPA, pero a la vez advierte sobre ese gobierno que le ayuda a sus accionistas al informarles que si venden sus acciones el 90% de ellos pagarán impuestos. ¡Qué contradicción advertir sobre quién te ha protegido!