La frustración de Salvador Illa: Koldo, Sánchez, Cerdán y Ábalos abortan su semana grande

Hasta ahora Illa había realizado un tour por Madrid y Bruselas anunciando que Cataluña estaba de vuelta a la sana competición por el liderazgo económico de España, pero sus socios independentistas (ERC) y de extrema izquierda (Comuns) habían paralizado todos sus planes

Salvador Illa lo tenía todo previsto: el lunes anunciaba el acuerdo con AENA para la ampliación del aeropuerto de Barcelona y el jueves recibía el homenaje del empresariado catalán en la cena anual de PIMEC, la patronal catalana de la pequeña y mediana empresa. Pero llegó el secretario de organización del PSOE, y negociador con Carles Puigdemont, Santos Cerdán, y mandó todo su plan al traste.

El anuncio de la ampliación de El Prat es objetivamente la primera buena noticia económica que recibe Cataluña en muchos años. El primer intento de ampliación de esta infraestructura, claramente saturada y en la actualidad 11 millones de pasajeros por detrás de Madrid-Barajas, se frustró porque Pere Aragonés (ERC) como presidente de la Generalitat no la avaló.

Hasta ahora Illa había realizado un tour por Madrid y Bruselas anunciando que Cataluña estaba de vuelta a la sana competición por el liderazgo económico de España, pero sus socios independentistas (ERC) y de extrema izquierda (Comuns) habían paralizado todos sus planes hasta el extremo de frenar inversiones privadas anheladas por el territorio, como era el complejo Hard Rock al lado de Port Aventura (Tarragona).

El plan del anuncio sobre la ampliación del aeropuerto estaba calculado con todo detalle. Coordinación con el Ayuntamiento, apoyo de las patronales, entrevistas al president en los grandes medios catalanes, como RAC1, y colofón presidiendo y recibiendo el aplauso unánime del tejido productivo catalán en la gran cena de PIMEC.

Las ideas fuerza estaban más que claras: la interlocución con el empresariado no es exclusiva de Junts, Illa no es un presidente arrodillado frente a ERC y Comunes-Sumar, Cataluña es capaz de competir con Madrid con un modelo alternativo al liberalismo de Díaz Ayuso.

En Cataluña ha calado la idea de que la crispación del Procés que emponzoñó la comunidad autónoma durante años ha tomado el AVE y se ha instalado en la capital. En realidad, la exportación de la crispación se debe en gran medida a la influencia de ERC y Junts en el gobierno de España y a la aplicación de sus prácticas políticas ya conocidas en Cataluña ahora en la capital.

En Cataluña ha calado la idea de que la crispación del Procés que emponzoñó la comunidad autónoma durante años ha tomado el AVE y se ha instalado en la capital

Sea como fuera, la realidad es que en Barcelona hoy hay menos ruido que en Madrid. Illa, a diferencia de Sánchez, huye de la polarización y del debate extremo, así que, en un contexto de ecosistema mediático y social propio, el anuncio de la inversión de más de 3.200 millones en El Prat iba a tener vida propia.

Con lo que no contó Illa fue con la subida de tono de Madrid y con la explosión del caso Cerdán-PSOE. A Illa lo ha fastidiado Sánchez, pero a la vez lo que ha sucedido esta semana sirve para poner encima de la mesa que hay más de un PSOE: el de la polarización extrema de Sánchez y el del perfil bajo de Illa.

Aunque caiga el gobierno presidido por Sánchez, la ampliación de El Prat se llevará a cabo. El PSC, Junts y el PP están de acuerdo en la necesidad de esta obra, así que no hay riesgo de paralización. Pero la novedad es que por primera vez esta semana se han confrontado dos modelos de gobierno socialista: el de Sánchez, basado en despejar balones y el ataque constante sin ton ni son, y el de Illa, planificado y pausado.

¿Qué le espera al socialismo español tras el final del sanchismo? Quizás parte de ese futuro pasa por Barcelona.

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