‘Caso ITV’ y paraísos fiscales: los Pujol Ferrusola en la picota

La familia Pujol ha dejado de ser noticia en Catalunya por sus quehaceres políticos.

Ahora, todos los focos apuntan a las maniobras de Oriol Pujol Ferrusola con las estaciones de ITV y a los trasiegos de su hermano mayor Jordi en una ristra de paraísos fiscales.

El caso de este último ya se encuentra en la Audiencia Nacional, donde el juez Pablo Ruz está tirando de la manta de sus multimillonarios movimientos dinerarios.

El magistrado tuvo noticia del asunto a raíz del explosivo testimonio de María Victoria Álvarez, Vicky para sus íntimos y novia de Jordi durante varios años, quien reveló los continuos viajes de Jordi entre Barcelona y Andorra con bolsas repletas de billetes de 500 euros, sus reuniones en Londres con un afamado blanqueador de capitales y otras gestiones sospechosas.

El juez pidió entonces a Hacienda los datos sobre el caballero obrantes en su poder.

Al cabo de 30 días, ha llegado la respuesta con un arsenal de pormenores. De ellos se colige que Jordi Pujol júnior realizó en los últimos ocho años más de un centenar de transferencias por un valor conjunto de 32 millones de euros, en su mayoría destinadas a paraísos fiscales.

Ruz trata ahora de desentrañar el origen y las aplicaciones de ese fortunón.

Se atribuyen a Jordi, entre otros bienes, una soberbia mansión en Pedralbes y una colección de automóviles de alta gama propia de un jeque árabe.

Dirige su red de sociedades desde un despacho sito en la calle Ganduxer. Quienes lo han frecuentado hablan y no acaban sobre excesos sin cuento y lujos asiáticos.

Las diligencias contra el primogénito coinciden con el acuerdo del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que imputa a otro hijo del honorable, Oriol Pujol, por el caso ITV.

Este embrollo deriva de las pesquisas del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), adscrito al Fisco, sobre una trama gallega de corrupción en la que el ex ministro socialista José Blanco desempeña un papel estelar.

Ha pasado a los anales de la picaresca que Blanco, ministro de Industria del Gobierno Zapatero, se entrevistó en su vehículo oficial, estacionado en una gasolinera de Lugo, con un sujeto de turbios antecedentes.

El Supremo ha imputado al ex ministro y ahora don Pepiño habrá de explicarse desde el banquillo.

El SVA, a cuyos agentes se conoce como los hombres de Harrelson, grabó durante más de un año los diálogos telefónicos de los integrantes del cambalache galaico.

En varios de ellos tuvieron como interlocutores a unos empresarios de Barcelona. El SVA tiró del hilo y descubrió, como dimanante del sumario de Lugo, lo que ha resultado ser una prolífica secuela catalana.

Chapucerías a porrillo

En efecto, durante el rastreo telefónico emergió la persona de Oriol Pujol y el SVA no dudó en ampliar sus escuchas al político convergente y a sus amigos.

El texto de las grabaciones, reproducido profusamente por los medios, saca a la luz los innumerables enjuagues que cometieron con la finalidad última de beneficiarse de los fondos de los contribuyentes.

Entre otras supuestas lindezas, maquinaban amañar los concursos públicos de las ITV y hacerse con varias de sus estaciones.

Se trata de un negocio que el intervencionismo de los gobiernos catalanes ha erigido en muy rentable oligopolio. No en vano, sus tarifas figuran entre las más altas de España.

Oriol Pujol niega su participación en los apaños. Al deponer ante el TSJC echó balones fuera, se envolvió en la Senyera y alegó que siempre ha obrado “en interés del país”.

El desenlace del caso ITV va para largo, dada la velocidad de tortuga de la Justicia. Pero las pruebas son contundentes y auguran un futuro sombrío para sus protagonistas.

Tampoco queda bien parada Anna Vidal Maragall.

Esta señora, mujer de Oriol y sobrina de Pasqual Maragall, devengó gruesas sumas de Alta Partners, consultora perteneciente a un miembro destacado del gatuperio de las ITV.

Y ocurre que Alta Partners, junto con otras firmas involucradas, percibió más de 10 millones de euros de Sharp, Yamaha y otras multinacionales por asesorarles para aminorar el coste del cierre de sus factorías y el despido de sus trabajadores.

Es decir, mientras el Govern batallaba por que esas empresas mantuvieran en pie sus centros industriales de Catalunya, Alta Partners y Anna Vidal se embolsaban conspicuas cantidades por facilitar su éxodo inmediato.

Mientras tanto, otros dos hijos del ex president, Josep y Oleguer, saltaron recientemente a los titulares.

¿Motivo? Pues que aprovecharon la amnistía fiscal del ministro Montoro para aflorar los caudales ocultos que tenían en el extranjero: Josep confesó dos millones de euros y Oleguer 3,1.

La feligresía quedó estupefacta al conocer ese destape y se pregunta cómo diablos lograron amasar unos fondos de semejante calibre

Secretos a voces

De Oleguer se sabe a ciencia cierta que durante los últimos años lideró en Madrid un tinglado inmobiliario valorado en cientos de millones de euros, muchos de ellos provenientes de paraísos fiscales.

Hace pocos meses, cuando algunos medios publicaron las espectaculares inversiones del conglomerado, Oleguer cesó fulminantemente de todos sus cargos e hizo mutis por el foro.

De Josep consta el pelotazo propinado con la consultora Europraxis, que poseía junto con otros socios, al cederla a la firma de ingeniería madrileña Indra por 45 millones de euros.

Varias conclusiones se pueden extraer de cuanto antecede.

Primera, que los Pujol Ferrusola poseen mucho dinero oculto en paraísos fiscales. Los trasvases de divisas de Jordi y las regularizaciones de Josep y Oleguer son una prueba irrefutable.

Segunda, que o bien los citados varones del ex president son unos fuera de serie y unos genios de los negocios, o bien sus copiosos caudales se deben a transacciones inextricables hasta ahora no aclaradas.

Y tercera, que la Agencia Tributaria, tanto bajo gobiernos del PSOE como del PP, ha hecho la vista gorda ante la multitud de trapicheos que sangran a Catalunya y, en particular, ante el fastuoso tren de vida de los hijos del ex president, que desde hace varios lustros es motivo de comentarios sotto voce por estas latitudes.

La saga de los Pujol anda hoy de capa caída por sus peripecias procesales y administrativas.

Dos de los vástagos ya están enzarzados en la siempre temible rueda de la Justicia.

Los datos de que se dispone permiten inferir, siempre presuntamente, claro está, que las andanzas del clan despiden un intenso hedor perfectamente reconocible.