Colau, los socialistas, y las «salidas profesionales»

Los cambios no son malos. Las sociedades experimentan transformaciones de forma continua. El problema es cuando se ponen en cuestión todos los pilares, y al mismo tiempo.

Y eso ha sucedido en Cataluña y en el resto de España en los últimos años. Todo está en juego, aparentemente en juego. Han aparecido partidos políticos como producto de una crisis económica que ha afectado especialmente a las rentas más bajas y a las clases medias. Y, como ocurre siempre, existe un lapso importante entre el estallido de la crisis y la organización posterior de esas sensibilidades. España ha comenzado a crecer, pero los partidos emergentes acaban también de aparecer y están para quedarse, por ahora.

En Cataluña la cuestión ha sido más dura. Junto a la crisis económica existía un problema político no resuelto, aunque superable, que ha dado pie al movimiento independentista. Y las consecuencias de la instrumentalización posterior han pasado por el derrumbe del sistema político catalán, que tenía dos grandes bastiones, CiU y el PSC. Las dos fuerzas políticas viven ahora momentos agónicos.

Si se sigue la estela, la diversión podría ser enorme, aunque no esté la cosa para muchas risas. Porque en el campo socialista, los personalismos han dado pie a pequeños partidos políticos y grupos y asociaciones políticas, que tenían como denominador común su apuesta por el derecho a decidir y el proceso soberanista.

Muchos ex consellers del PSC, desde Marina Geli, a Ernest Maragall, pasando por Antoni Castells, o Joaquim Nadal, y cuadros del PSC, como Jordí Martí, ex portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona, se encuadraron en esos grupúsculos alternativos o se fueron a casa. Algunos trataron de aliarse con ERC, otros con ICV, y los hubo que se asociaron con CiU.

La guinda ha sido Jordi Martí, que formaba parte de MES, el grupo político que lidera Ernest Maragall, fruto del primer partido, NeCat, Nova Esquerra Catalana. Martí ha aceptado ser el gerente del Ayuntamiento de Barcelona, tras la petición de Ada Colau, que será elegida este sábado alcaldesa, como líder de Barcelona en Comú.

Nada queda más claro que la pulla del propio Ernest Maragall en su cuenta de twitter. «Las soluciones profesionales son incompatibles con el proyecto colectivo. Adiós Jordi, MES mira lejos al acuerdo de izquierdas por Barcelona».

Maragall también optó, sin embargo, por una primera salida profesional, cuando fue en las listas junto a ERC en las elecciones europeas, obteniendo el acta de eurodiputado.

Pero, en todo caso, ¿valía la pena que todos esos dirigentes socialistas dejaran al PSC porque estaba en contra de un proceso soberanista que ahora se comprueba que no iba a ningún lado? Parece que Martí ya se ha dado cuenta.