De lobos y pastores
El lobo es un animal que caza en manada y busca generalmente presas fáciles. Su estrategia no es especialmente compleja ni sofisticada, pero es altamente eficiente: coordinación y superioridad numérica. Generalmente se juntan en grupos de cinco individuos, seleccionan como presa a un animal solitario joven, viejo o enfermo, lo persiguen y acosan hasta que finalmente, a la hora de atacar, saltan sobre él desde todos los ángulos, sucumbiendo rápidamente a sus certeras dentelladas. Presas fáciles.
Esta estrategia tiene una variante táctica cuando atacan a un rebaño. Para ello individualizan a la presa apartándola del grupo. Una vez separada, es perseguida y atacada hasta que es abatida por la agresiva superioridad de la manada.
Esta es una campaña electoral sucia en un ambiente político viciado. Detrás de la máscara sonriente ‘estelada’, de las alegres coreografías norcoreanas y de la uniformidad de blanca pureza, se esconde una constante que recorre la sociedad catalana en las últimas décadas y que se ha acerado en los últimos años: el acoso y la persecución del discrepante.
Un matonismo social (bullying si queremos ser más finos) que sufre todo aquel que rompa el discurso único y ‘totalizante’ del separatismo. Sea individuo o formación política. Una política degenerada que ha sido el humus donde ha arraigado la semilla del discurso prepolítico y antidemocrático del separatismo, liderado en esta campaña por Junts pel Sí y la CUP.
El acoso de la manada al discrepante ha sido la estrategia del miedo en el que han querido fijar, someter y callar a la parte de la sociedad catalana que apuesta por la unión, el diálogo y la reforma, frente a la división, el chantaje y la ruptura. Manadas políticas, mediáticas, de opinadores, de activistas en redes que actúan en perfecta sincronización seleccionando al discrepante, individualizándolo, apartándolo del grupo para acosarlo y perseguirlo hasta su rendición o claudicación.
Ejemplos de ello han saturado estos primeros días de campaña en el plano político, social y personal.
En el plano político, calificar de «etnicista» (otra palabra de la semántica separatista a sumar del diccionario de términos basura) el discurso político que apela a la movilización y el voto de los ciudadanos catalanes, destacando en nuestros diversos orígenes la red de afectos personales y familiares que definen la sociedad catalana y que nos unen fraternalmente con el resto de compatriotas de nuestra nación, por aquellos que hasta días antes de la campaña denominaban públicamente colonos a los catalanes venidos de otras tierras de España y a sus hijos. La manada señala el concepto como presa, los políticos separatistas lo individualizan, los medios del régimen y sus sicarios lo significan y denuncian, los activistas lo persiguen y la victima se retracta. Presa fácil.
En lo social es especialmente repugnante. El acoso, la intimidación y el amedrentamiento de las familias que piden que sus hijos también se eduquen en español en Cataluña como los casos recientes de las familias de Mataró y Balaguer. Familias amparadas por la ley pero desamparadas frente a la manada. Que una vez más individualiza, acosa y derriba hasta la rendición. Presa fácil.
Y en lo personal, pero saturada de interés político. La campaña de insultos a través de twitter al eurodiputado de Ciutadans Juan Carlos Girauta. Que tras calificarle, pacífica y festivamente, de «fascista», «miserable», «repugnante», «enfermo», «gilipollas», «perturbado mental», «neonazi», «retrasado», «cabrón», «HDP» y demás calificativos amistosos, quieren «ir a verle a su casa». Acallar la voz de un representante de los ciudadanos por la jauría, desde la amenaza. Una auténtica «revolució dels somriures».
La manada puede acusar a España y a los españoles de robarles, a los catalanes no separatistas de ser fascistas, colonos, de tener «autoodio», de ser quintacolumnistas; al Estado de no ser una democracia porque no se rinde a su chantaje, de ser liberticida, enemigo de los catalanes; puede decir que el PSC configura «listas étnicas» porque abundan los apellidos acabados en –ez, pueden tener dirigentes de las asociaciones que integran sus listas que descalifican con argumentos xenófobos a los españoles en sus tuits borrados, que califican a los catalanes del PP y C´s de enemigos de Cataluña; puede amenazar con romper el país a través de un golpe de estado…. Porque son lobos que cazan en su coto privado sin depredadores.
Sin embargo, los lobos en manada suelen ser ineficientes y ceden cuando se enfrentan a una presa valerosa, de gran tamaño y con capacidades defensivas.
Además, y como hemos podido comprobar, cuando los lobos abandonan la manada y actúan en solitario, especialmente fuera de su territorio habitual de caza, cuando se enfrentan a entrevistas en la BBC, con corresponsales internacionales o en La Sexta tienen serios problemas. Sobre todo si se encuentran con un pastor.
No todo está perdido si uno no tiene mentalidad de rebaño.