El defecto de Camps

Sin habla me quedé cuando escuché las declaraciones de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, hablando del defecto de Camps. Y no porque echara leña al fuego, ya no sé si al árbol caído o no, sino por la preocupación en la que me sumió. Transcribo la frase de marras: “Voy a contar un defecto del señor Camps. Que se fía demasiado de demasiada gente. Es tal su bonhomía, que se ha fiado de quien no debía y se han aprovechado de él”.

Perfecto. Ahora resulta que el ex presidente de la Generalitat Valenciana se dejaba engañar por demasiada gente. Está claro que una de esas personas era el jefe de la trama Gürtel en Valencia, Álvaro Pérez, que según el juez, regaló trajes a Camps, y a otros miembros de su Ejecutivo, como han reconocido estos últimos.

Pero ¿por quién más se ha dejado engañar? Por el magnate de la Fórmula 1, el señor Ecclestone, que esta semana ha sido acusado en Alemania de pagar más de 31 millones de euros en sobornos a Gerhard Gribkowsky, propietario del banco alemán BayernLB, que está arrestado. El escándalo ha saltado tras los fuertes rumores de que el fondo de inversión británico CVC podría vender los derechos de la F-1 a una sociedad formada por la escudería Ferrari, y el magnate Rupert Murdoch, que también anda en líos.

Y mientras en la comunidad todo el mundo anda queriéndose quitar de encima el evento deportivo, resulta que Camps, el que se deja engañar, ha dejado todo bien atado con Ecclestone. Las declaraciones de Rita no tienen desperdicio: “La continuidad del Gran Premio estaba ya negociada, y creo que también hay algo firmado. Ecclestone no se ha ocultado nunca de expresar una especie de proyecto muy cercano al presidente Camps. Se le ha llamado para decirle que somos los mismos, que no pasa nada, y se le ha asegurado que es el mismo proyecto”.

Entonces, para qué le está dando vueltas y vueltas, analizando y estudiando la viabilidad del proyecto el conseller de Economía, Enrique Verdeguer, que el otro día, asumiendo los deseos de la patronal empresarial, decía, refiriéndose a la F1 y Canal 9, dos de los mayores agujeros de la Comunitat, que todo era revisable y suprimible.

Vamos a seguir pagando un canon millonario mientras el responsable de Hacienda, José Manuel Vela hace Sudoki cada día para conseguir pagar las nóminas de los funcionarios públicos, los proveedores siguen esperando, y los empresarios están cada vez más desesperados porque las cifras no ofrecen dudas.

El número de parados es de 600.000, según la EPA. La tasa de paro supera el 24%, superior en tres puntos a la media española. Nuestra deuda, una de las más grandes de España, asciende a 17.895 millones de euros. Tenemos una renta per cápita 11 puntos por debajo de la media. Y para colmo, el emblema financiero valenciano, Bancaja, ha sido engullida por Bankia, y la CAM, intervenida por el Gobierno. ¿Alguien pide más?