El futuro de España

Con la invitación a reeditar los Pactos de la Moncloa, el Gobierno busca unificar la política española y sus instituciones bajo el liderazgo de Sánchez

El matemático Bertrand Russell escribió en uno de sus Ensayos impopulares un texto bajo el título El futuro de la humanidad donde plantea tres posibles escenarios para finales del siglo XX. Los tres escenarios que planteó para el nuevo siglo bien pueden ser útiles para la actual situación española aunque en apariencia puedan parecer muy apocalípticos y alejados.

Los escenarios que planteó eran: I. El fin de la vida humana, quizá de toda la vida en nuestro planeta; II. La vuelta a la barbarie después de una catastrófica disminución de la población del globo; III. La unificación del mundo, bajo un solo gobierno que posea el monopolio de las principales armas de guerra.

Pues bien, la crisis sanitaria, social y económica resultado del coronavirus está provocando en el ánimo de mucha gente la misma sensación de final de etapa y la necesidad de encontrar una nueva forma de afrontar nuestra relación con el mundo.

La consecuencia de este cambio es que en todos los países se pide la unificación centrada en un solo liderazgo para tomar las decisiones y afrontar los problemas derivados de la crisis del coronavirus. El Gobierno español ha impulsado en la opinión pública la necesidad de volver al espíritu de los Pactos de la Moncloa para afrontar esta crisis.

Se busca con ello unificar la política española y sus instituciones bajo el liderazgo de Pedro Sánchez. Disponer de todos los resortes políticos, militares, sanitarios, diplomáticos y económicos del estado para luchar contra la guerra.

Lo que decía Russell a escala planetaria, hacerlo efectivo a escala española. Es una visión de unidad que va más allá de todo propósito de partido con un proyecto común que otorgue al presidente el gobierno todos los resortes legales para actuar.

PP prefiere un gobierno de concentración en el que no esté Sánchez

El PP quiere evitar este planteamiento para no convertir los nuevos Pactos de la Moncloa en el fin de la función de la oposición y su compromiso de fiscalización de la acción del gobierno. El PP prefiere un gobierno de concentración en el que no esté Sánchez.

Otros consideran que, viendo los resultados para atajar la crisis del coronavirus, es necesario un gobierno tecnocrático que no tenga ningún marco ideológico y que sea fiable. El futuro de España se juega en el tercer supuesto que Russell planteó para la humanidad.

El coronavirus está colocando a todas las democracias liberales, entre ellas la española, ante el dilema de preservar las libertades individuales y colectivas o limitarlas en favor de un bien social superior.

En España, se empezó a priorizar un interés general superior al individual con el decreto del estado de alarma. La apelación a reeditar el espíritu de los pactos de la Moncloa responde a la situación provocada por el coronavirus y la necesidad de poder controlar sus efectos.

Pero también hay los que creen que es la oportunidad para diluir toda oposición ideológica y, con ella, acabar con el independentismo no leal.

La cuestión principal que la oposición y que el Gobierno debería plantear es un plan de reconstrucción social donde el eje principal fuese el apoyo a las empresas, dejando de lado cualquier tentación orientada a debilitar las instituciones del Estado.