El gobierno más cobardica de la historia

Sánchez difumina la responsabilidad de la pandemia entre las autonomías y evita así salir retratado al lado de contagiados, hospitalizados y fallecidos

Quién nos iba a decir que iba a ser un ejecutivo del PSOE y Podemos el que cumpliera con el sueño más húmedo de anarcoliberales, minarquistas, austríacos y demás faunas ultraliberales, la completa desaparición del Gobierno de España.

Tantos años quejándose de la omnipresencia del Gobierno y miren ustedes por dónde, ha sido “el gobierno más progresista (y ahora cobardica) de la historia»® el que ha tenido que dar un paso adelante para volatilizarse ante los sobrecogidos ojos de millones de españoles por tal proeza.

Porque eso es lo que ha anunciado Pedro Sánchez en su última comparecencia, la completa vaporización completa del gobierno de España al menos en lo que a la gestión de la crisis del Covid-19 se refiere: ¿Ven ustedes al Gobierno? ¡Alehop! ¿A que ahora no lo ven?

En un pase de prestidigitador digno de David Coperfield, el presidente ha convertido los 22 ministerios, decenas de secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales y a más de 1.000 asesores en neutrinos. Un verdadero prodigio, el primer gobierno evanescente del planeta Tierra.

Una vez más el Gobierno demuestra que de gobernar poquito, de estrategia de país menos aún, pero lo que es a la hora de hacer el gallina, no tiene rival.

Ya avisó de lo que nos venía encima hace un par de días la ministra de Educación, Isabel Celaá, huyendo del marrón del comienzo de las clases y endilgando la patata caliente a las comunidades autónomas sin complejo alguno, el mismo camino que ha seguido ahora su jefe, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

la jugada de Sánchez es devastadora para el futuro de cualquier gobierno y de nuestra propia democracia

La jugada política de Sánchez es tan cortoplacista, lineal y evidente para cualquiera que sus objetivos se explican solos:

1. Por un lado, difuminar las responsabilidades del rebrote entre los presidentes autonómicos y evitarse así salir retratado al lado de contagiados, hospitalizados y fallecidos.

2. Por otro lado, obligar al PP a que, si se da el caso, tenga que retratarse votando a favor de algún estado de alarma solicitado por alguno de sus presidentes autonómicos.

Pero la jugada es también devastadora para el futuro de cualquier gobierno y de nuestra propia democracia, ya que a partir de este momento quedará grabado en el imaginario colectivo de nuestra sociedad que el Gobierno central no es necesario, o que al menos determinados ministerios no lo son, y nada más lejos de la realidad.

Porque el Ministerio de Educación es necesario para coordinar y liderar las políticas educativas en nuestro país.

Porque el Ministerio de Sanidad es necesario para coordinar y liderar las políticas sanitarias y emergencias en nuestro país, ya que al menos hasta el momento nadie ha conseguido demostrar que los virus conozcan por donde pasa la frontera entre Madrid y Castilla-La Mancha ni que las bacterias se sepan de memoria las capitales de las 17 comunidades autónomas.

A Sánchez le importa más conseguir una ventajita táctica respecto al PP que el futuro del modelo de Estado

Porque el Gobierno de la nación, ya saben, ese que debería dirigir Pedro Sánchez en lugar de huir cobardemente, es el que tiene las competencias y maneja el presupuesto necesario para detectar rebrotes y tomar medidas urgentes si esto fuera necesario.

Pero no, a Sánchez y a su equipo les importa más conseguir una ventajita táctica en el parlamento respecto al PP que el futuro de nuestro modelo de Estado.

Y eso no hay cristo bendito que lo consiga vaporizar.