Estamos en fallas
Estamos en fallas, y no sólo en Valencia, sino en la política nacional.
Por la mañana asistimos a la mascletá; los petardos de la crisis atruenan nuestros oídos y las noticias se suceden a la velocidad de la pólvora, dejándonos aturdidos, algo confusos y con la sensación de estar en medio de un terremoto. El ruido de las noticias económicas, el ritmo al que se propagan y el estruendo de sus consecuencias nos dejan una sensación agridulce, mezcla de excitación, de estar asistiendo a un hecho histórico, con un sentimiento de falta de control y de que el próximo petardo se nos puede llevar por delante a nosotros.
