“En 2012 nos vamos a salir del mapa”. Así de optimista se muestra el presidente de la inmobiliaria Fergo Aisa, Carlos Fernández, a pesar de los 126,2 millones de pérdidas registrados el pasado ejercicio, con unos ingresos de 13 millones. Superado el malentendido que supuso el precipitado hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre la construcción de 20.000 viviendas en la ciudad colombiana de Cúcuta, Fernández asegura que “van a llegar todos los contratos de golpe”, y que para esta aventura exterior está a punto de cerrar la compra de una constructora madrileña especializada en obra pública y civil.
Si se trata de un simple exceso de optimismo sin una base sólida o de unas negociaciones avanzadas a punto de culminarse se sabrá en breve. “Lo de la compra de la constructora se puede decir que está al 90%”, comenta Fernández. Y sobre los contratos ¿qué? No será Colombia, hacia donde tiene previsto trasladarse el presidente de Fergo a finales de marzo, el primero de los destinos donde se concrete algún acuerdo. “Creo que Irak saldrá antes”. “Son unas 50.000 viviendas las que tenemos previsto construir en Bagdad, Nasiriya o Basora, 10.000 de ellas para el Ministerio de Defensa”, apunta.
Fergo Aisa, como multitud de empresas de medio mundo, quieren participar de la reconstrucción de Irak. Hablamos de unos 340.000 millones de dólares (en torno a 250.000 millones de euros) los que, a través de diversas fórmulas de colaboración, se prevé invertir hasta 2025. “El país está devastado y está todo por hacer. Y lo más importante, una vez levantado el embargo en 2011, el Gobierno dispone de los ingresos procedentes de la venta diaria de 3.500 barriles de petróleo”.
Para la entrada en Irak, Fergo Aisa se ha aliado con una empresa del Kurdistán iraquí, en la que participan inversores turcos. El grupo español aportaría la parte técnica de los proyectos y los iraquíes la mano de obra. Y todo pasa por recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de Inversiones (NIC), desde donde el Gobierno iraquí canaliza todos los proyectos. “Una vez firmado cada contrato, tenemos 30 días para avalar el 5% del total del proyecto”, explica Fernández.
Y lo de aliarse con una empresa del Kurdistán tiene su lógica. Desde la caída del régimen de Sadam Husein, el Gobierno de la región ha desarrollado un plan para construir viviendas suficientes para hacer frente al crecimiento demográfico generado por la migración interna. Son ya más de cinco millones los jóvenes afincados en la región, y se estima que serán necesarias 260.000 nuevas viviendas, de las que sólo una sexta parte está en ejecución.
Al margen de estos movimientos a la caza y captura de negocios en mercados internacionales emergentes, Fergo ha dado cuenta en su balance del pasado ejercicio de algunas variaciones respecto al año anterior, como la disminución de las existencias en un 30% por la salida del perímetro de consolidación de las filiales vendidas, o la reducción de la deuda financiera en un 26%. También los recursos propios presentan cambios significativos al haberse ejecutado una ampliación de capital no dineraria por 109,4 millones de euros en dos tramos, una compensación de créditos de 38,8 millones y una aportación de activos de 70,5 millones de euros.
Entre las aportaciones, sociedades valoradas en 23,5 millones de euros, cuyos principales activos consisten en apartamentos turísticos e instalaciones hoteleras en la isla de Menorca, así como una sociedad domiciliada en Colombia con proyectos en curso para la realización de promociones residenciales, valorada en 26 millones de euros. Con la ampliación, estos recursos propios pasan de ser negativos en casi 45 millones a ofrecer un saldo positivo de 3,2 millones.