G-20: objetivo cumplido

Si algo tenía que conseguir la cumbre del G-20 en Londres, si en algo no podía decepcionar, era en enviar al mundo un mensaje de confianza. Y este objetivo se ha conseguido. De una manera multilateral, como parece que está empezando a imponer en sus propias filas el presidente norteamericano, Barack Obama, representantes de 20 países diferentes en su cultura e intereses han firmado un acuerdo, más concreto de lo que se podía esperar, aunque con más generalidades de lo que muchos deseábamos.

Todos han alcanzado algo de lo que buscaban, el menos en los enunciados: más regulación financiera en el caso del eje franco-alemán, más gasto fiscal desde la perspectiva anglosajona y menos proteccionismo como pretendían los emergentes. Es apenas un primer paso, un gesto, pero en la buena dirección. Ahora hay que transformar esos 8 folios y medio en medidas concretas y así dar la medida de la sinceridad de los firmantes. Acabamos con una frase de Brown: en esta era global, nuestra prosperidad es indivisible.