Inmofiban ajusta su negocio para entrar en el mercado continuo
Inmofiban, sociedad patrimonialista cotizada en los corros del mercado secundario de la Bolsa de Barcelona lleva un mes de junio frenético con la compra de inmuebles por toda España, con la vista puesta en que el valor entre a cotizar, a corto plazo, en el mercado continuo.
Operaciones facilitadas por unos precios atractivos ante la crítica situación por la que atraviesan las compañías vendedoras. Ocho lotes por los que ha desembolsado casi 42 millones de euros en Castellón, Valencia, Barcelona, Baleares y Jerez de la Frontera para su gestión y desarrollo por parte de las cuatro empresas del grupo presidido por Sergio Martínez, la consultora Inmofiban Servicios y las promotoras Promogedesa, Aleve 3 Building & Development y Redburn.
Este arrebato comprador se produce inmediatamente después de tomar la decisión de desprenderse de su principal activo patrimonialista, el complejo de naves industriales situado en el polígono de premontajes de Seat (PIPS Abrera Barcelona), con cerca de 60.000 metros de superficie alquilable. Lo hizo el pasado 11 de junio cuando se lo vendió a la sociedad Mosacata, participada íntegramente por Banco de Castilla La Mancha (Grupo Liberbank), por 39,44 millones de euros, cancelando así una deuda hipotecaria del mismo importe.
El acuerdo contempla la subrogación por parte de Mosacata en el préstamo hipotecario suscrito por Inmofiban y Banco de Castilla La Mancha, la retención del precio de compra para hacer frente a dicho préstamo, y la completa liberación por parte de la entidad financiera de cualquier deuda o responsabilidad de Inmofiban.
A partir de aquí, descabezada su actividad patrimonialista, Inmofiban inició el cambio de estrategia tal y como apuntaba en la presentación de resultados correspondientes al primer trimestre de 2012 –saldado con unas pérdidas de 454.000 euros tras obtener unos ingresos de 634.000 euros– al señalar que “no se descarta ninguna línea de negocio sin previo estudio y la empresa está potencialmente abierta a desarrollos de viviendas, desarrollos comerciales, así como la gestión de inversión en patrimonios.
Dicho y hecho. Ocho operaciones registradas en apenas 10 días, condicionadas, eso sí, al levantamiento de las cargas hipotecarias que pesan sobre los activos adquiridos. El pasado 15 de junio se hizo con una parcela en Moncofar (Castellón), sendos solares en Jerez y un edificio en construcción con 14 viviendas en la localidad barcelonesa de Viladecavalls. Y esta misma semana ha escriturado la compra de 21 fincas en Onda (Castellón), otras 181 en Alcira (Valencia), ocho en Baleares y dos más en el también municipio valenciano de Paterna.
Ya sin las rentas procedentes del polígono de Abrera, generadoras de cash-flow positivo, los ingresos deberán llegar ahora por la puesta en valor de los activos adquiridos, así como por la actividad de intermediación y consultoría a través de las delegaciones de Madrid y Barcelona, sobre la que existe previsión de lograr un notable incremento de la cifra de negocios, y, por supuesto, la promoción inmobiliario, cuyo activo más característico es la concesión administrativa para la construcción y explotación de una nave logística de 25.000 metros cuadrados en el Puerto de Sevilla, enclave estratégico para el transporte marítimo del sur de España.