La hostelería marca el empleo, ni valor añadido ni calidad

Cualquier país serio, cuando observa los datos de empleo y paro en España, lo primero que le impresiona es la búsqueda de grandes titulares: récords de empleo y de descenso del desempleo.

Tenemos un nivel de empleo más bajo que cuando empezó la crisis y más bajo que cuando empezó la anterior legislatura. El empleo no ha salido de la crisis y el desempleo no desciende en relación con el empleo, sino que activa los flujos de emigración y de desánimo laboral.

Este mes los datos son buenos, estacionales, pero buenos. Se observa un crecimiento del empleo superior al descenso del desempleo. Podemos intuir un flujo de personas activas que pasan directamente de ser inactivas a ser ocupadas. Los servicios de empleo no parecen el canal de acompañamiento de las empresas en busca de personas para cubrir sus puestos de trabajo vacantes ni tampoco el canal de las personas trabajadoras para encontrar sus oportunidades laborales.

Disminuye el desempleo masculino con mayor intensidad que el femenino, aumenta pues la desigualdad de género en perjuicio del ya discriminado género femenino. También disminuye más el desempleo de los menores de 25 años que el de los mayores de 25, aumenta pues la proporción de parados mayores. Finalmente, en términos territoriales, Madrid, Barcelona y Baleares son las provincias que lideran el descenso del desempleo.

El modelo de contratación sigue siendo predominantemente temporal y el aumento de la contratación indefinida queda ensombrecido por un importante peso dentro de la misma de la contratación a tiempo parcial. El modelo de contratación no cambia, a pesar de los que decían que la reforma laboral de 2012 cambiaría el modelo hacia una contratación más estable.

En este mes de mayo la hostelería es el motor principal del aumento del empleo, lógico en un mes de mayo, y sobre todo ante las perspectivas de una buena temporada, como nos indican los expertos turísticos. Le siguen el aumento del empleo, a distancia, el comercio y la reparación de vehículos, las actividades administrativas y servicios auxiliares, y la administración pública y defensa  y seguridad social obligatoria. Finalmente, y en una posición final entre los destacados, el sector de la manufactura.

Disminuyen las solicitudes de prestaciones y el nivel de cobertura de la personas desempleadas. El sistema protector esta en mínimos.

Dejen los récords. El empleo no sale de la crisis. El desempleo está en niveles altos. Parece que el crecimiento económico no acelera la creación de empleo, al contrario, sin el efecto temporada podríamos hablar de una desaceleración del crecimiento.

Más protección del desempleo, mejor gestión del desempleo y del empleo por parte de los servicios públicos, y sobre todo, el tránsito a un modelo productivo más intenso en valor, están lejanos y esa debería ser la prioridad nacional. En la próxima EPA veremos si este mes de mayo es de récord o es el inicio de la desaceleración en la creación de empleo , y si es así, no será una buena noticia para nadie. Los desempleados no necesitan récords, les hacen falta más y mejores oportunidades de empleo.