La mala suerte de Laura Borràs

Borràs no irá a ninguna cárcel cuando la condenen sino a su piso upper class, pero por el medio habrá intentando hacer creer a los crédulos que ella no quería echar a Juvillà

Laura Borràs es un personaje resultón para la política, lenguaraz, con un hablar estudiadamente cansino que denota altivez y un toque de cultura que esconde clasismo. En un debate con Cayetana Álvarez de Toledo, acomplejada, se presentó con una bolsa de libros que había leído para demostrar que en aquel evento no solo la candidata popular era un personaje leído.  

Borràs es una política desafiante para los diputados a los que abusando de su presidencia les impide el debate ¿No les parece una paradoja que aquella que considera que en el Parlament se puede hablar de todo indistintamente que sea competencia de mismo o no en cambio no deje hablar a los que no comulgan con su radical ideología? Y también desafiante a los que en su partido intentan frenarla.  

La presidenta del Parlament, Laura Borras, durante la reunión de la Junta de Portavoces. EFE/Enric Fontcuberta

Laura Borràs prefirió la Presidencia del Parlament que la Vicepresidencia del Govern porque sabía que desde allí podía tener más visibilidad mediática y libertad de acción. Fue nombrada candidata a la Presidencia de la Generalitat estando ya imputada por, presuntamente, fraccionar contratos y favorecer a un amigo, que además resultó ser narcotraficante, pero que en sus ratos libres entre porte y porte hacía páginas web para la institución pública que dirigía Borràs.  

Estar imputado es en cualquier partido razón para no ser candidato, en cambio en Junts es un mérito imbatible. En Junts la corrupción no existe. Se le llama represión del Estado Español. Borràs fue candidata porque así cuando fuera condenada por gastar el dinero que a usted y a mí, querido lector, tanto nos cuesta ganar, ella podría afirmar que todo era una españolísima conspiración.  

A medida que se acerca su sentencia, tic tac tic tac, Borràs se esfuerza por crear una imagen de Juana de Arco separatista. Primero filtró, ella misma, que el Parlament que preside pagaba sueldazos a funcionarios prejubilados. Luego ha venido lo de Juvillà.  

Alex Guvern, director de ABC en Catalunya, desveló el jueves por la tarde que la web del Parlament ya había retirado la ficha del diputado cupaire que ha perdido su condición por incumplir los requerimientos de la Junta Electoral Central.  

Lo de Borràs hoy no es lo de Forcadell en el ’17. Por aquel entonces Forcadell o era incauta o insensata o fanática pero lo permitió todo: derogar el Estatut y la Constitución y proclamar la independencia.Uun frenesí que acabo de la única forma que podía acabar: en la cárcel, como sus letrados, el Consell de Garantías y el Constitucional le habían advertido.  

Borràs no irá a ninguna cárcel cuando la condenen

Borràs no irá a ninguna cárcel cuando la condenen sino a su piso upper class pero por el medio habrá intentando hacer creer a los crédulos, que tengan a bien hacerle caso, que ella no quería echar a Juvillà cuando en realidad primero le retiró el sueldo y luego le borró hasta de la web.  

La performance de Borràs suspendiendo comisiones y actividad parlamentaria le ha salido mal. La estrafalaria sesión de convalidación de la reforma laboral en el Congreso le ha robado todo protagonismo y ya se sabe que en política peor que el error es la indiferencia…. Y en eso está Laura Borràs.  

Lejos de existir conspiración del Estado alguna la Junta Electoral Central intervino en retirar el escaño al Juvillà porque en la muy independentista Cataluña los partidos ‘indepes’ han sido incapaces en 42 años de ponerse de acuerdo en aprobar una ley electoral catalana que haría que la Junta Electoral Central no tuviera esa competencia.  

Borràs se irá a casa condenada, Juvillà ya no está, y Cataluña no tendrá en poco tiempo ni un instante de recuerdo para ellos pero las consecuencias de los actos de personajes como ellos no se borrarán tan rápido.  

En un muro de Barcelona hace unos días apareció rectificada una pintada, de las que Colau no borra, donde ponía ‘Independencia’. La primera ‘e’ había sido substituida por una ‘i’, la ‘p’ por una ‘f’ y antes de la ‘n’ habían añadido un ‘re’. De independencia a Indiferencia.  

Cataluña vive mas pendiente de que la catalana Chanel represente a España en Eurovisión que del teatrillo cutre de Laura Borràs.