La Polonia meridional

La propuesta judicial del "gobierno más progresista de la historia" es equiparable a la del derechista y populista Ejecutivo polaco

No lo recordarán ustedes, pero hace algunos años, cuando este país se coló durante unos meses entre las 8 economías más potentes del mundo superando a Italia, se extendió entre la prensa europea el deseo de las autoridades españolas de convertir a nuestro país en la Alemania del sur.

¿Qué tiempos aquellos, eh?

Aún no había llegado el 15M, el “no nos representan” no había aparecido, los líderes de los partidos de la nueva política se dedicaban a sus labores… cualesquiera que fueran estas.

Los españoles vivíamos sojuzgados por el oprobioso, ineficaz y dictatorial bipartidismo que nos había situado entre las 8 economías más potentes del mundo, acercándonos cada año a los niveles de bienestar de la Unión Europea y situados cómodamente cada año en el top 10 de las democracias más plenas del mundo.

Pero el espejismo pasó rápido, pocos años más tarde y ya bendecidos por la salvífica presencia de todos los hijos del 15M y con el principal partido que nació de aquellas protestas empotrado en el gobierno de España, hemos abandonado la estúpida idea de convertirnos en la Alemania del sur y marchamos a buen ritmo para conseguir hacernos con el premio gordo: ser considerados la Polonia meridional.

Polonia y Hungría: dos países contra la democracia

Polonia y su compañera de correrías que no es otra que la Hungría de Orban. Son los dos países de la UE que con mayor ahínco y eficacia han dedicado sus esfuerzos en los últimos años a ser expulsados de la Unión debido a la espiral de ataques a la democracia, la libertad y la separación de poderes.

Ambos países, gobernados por nacionalpopulistas con el colmillo retorcido y picao, han ido estrechando el cerco a las libertades públicas de sus ciudadanos, convirtiendo de facto a sus antaño plenas democracias en regímenes autoritarios que de democracia solo conservan unas elecciones cada vez menos libres.

Y además cada uno de ellos se ha especializado en una forma propia y específica de pervertir su propio estado de derecho: Hungría recortando las capacidades de su poder legislativo habiendo incluso llegado a cerrar su parlamento para que no molestase al sátrapa Viktor Orban en sus constantes golpes de timón y Polonia con permanentes injerencias en su poder judicial, de facto el único poder del estado que conseguía tímidamente limitar las barbaridades en forma de leyes xenófobas salidas del ejecutivo.

Pues bien, hace escasas semanas la comisión europea encabezada por la vicepresidenta Věra Jourová avisó a Polonia de que impondría sanciones si seguían adelante con su genial idea de rebajar la mayoría con la que allí se eligen los jueces por el parlamento.

La propuesta del gobierno polaco era reducir la mayoría necesaria de los 3/5 actuales a la simple mayoría absoluta. Curiosamente la misma propuesta que hoy han llevado PSOE y Podemos a nuestro Congreso de los Diputados.

La propuesta del gobierno polaco era reducir la mayoría necesaria de los 3/5 actuales a la mayoría absoluta: la misma propuesta que han llevado PSOE y Podemos

Es decir, el “gobierno más progresista de la historia”, como le gusta decir a Pablo Iglesias estaría haciendo exactamente lo mismo que el gobierno más derechista y nacionalpopulista de la historia de Polonia. Bravo.

Yo no sé a ustedes, pero a mi ya no hay quien me saque de la cabeza que nuestro hiperprogresista gobierno ha entrado en barrena y está cayendo a gran velocidad por la pendiente deslizante del nacionalpopulismo, y ese es un camino que además de que ya sabemos donde lleva, es muy complicado de transitar marcha atrás.